Aranceles UE Rusia Bielorrusia 2025: Parlamento aprueba aumento para reducir dependencia y financiar guerra, afectando azúcar, fertilizantes.
El Parlamento Europeo aprobó hoy, 22 de mayo de 2025, una nueva regulación para imponer aranceles significativamente más altos a ciertos productos agrícolas y fertilizantes importados desde Rusia y Bielorrusia. La medida busca reducir la dependencia de la UE de estos suministros y limitar la capacidad de Moscú para financiar su guerra en Ucrania.
En una decisión que marca un endurecimiento progresivo de su postura económica, el Parlamento Europeo ha dado luz verde este jueves, 22 de mayo de 2025, a la imposición de nuevos y más elevados aranceles sobre una serie de productos agrícolas y fertilizantes procedentes de Rusia y Bielorrusia. Con una votación de 411 votos a favor, 100 en contra y 78 abstenciones, los eurodiputados respaldaron la propuesta de la Comisión Europea, presentada originalmente el 28 de enero de 2025, con el doble objetivo de disminuir la dependencia de la Unión Europea de estos suministros críticos y, crucialmente, de mermar la capacidad de Rusia para financiar su agresión contra Ucrania.
Este movimiento estratégico se produce más de tres años después del inicio de la invasión a gran escala de Ucrania y refleja una creciente conciencia entre los estados miembros sobre los riesgos inherentes a la dependencia comercial de naciones consideradas hostiles. La medida no solo tiene una vertiente sancionadora, sino que también se interpreta como un intento de fortalecer la autonomía estratégica de Europa en el vital sector agroalimentario.
Productos Afectados y Nuevas Tasas
La nueva legislación contempla un aumento del 50% en los aranceles para aquellos productos agrícolas de Rusia y Bielorrusia que hasta ahora estaban exentos de gravámenes adicionales. Entre los productos afectados se encuentran el azúcar, el vinagre, la harina y diversos piensos para animales.
En el sensible frente de los fertilizantes, donde Rusia ha sido un proveedor clave para la UE (representando el 26% del total de las importaciones europeas de fertilizantes ), se establece un arancel base del 6.5%, al que se sumarán tasas específicas progresivas. Para el periodo 2025-2026, estas tasas se situarán entre 40 y 45 euros por tonelada. Posteriormente, estas cifras experimentarán un drástico incremento, llegando hasta los 430 euros por tonelada para el año 2028. Este nivel arancelario se considera efectivamente prohibitivo para el comercio de estos productos.
Justificación y Contexto de la Medida
La decisión parlamentaria se fundamenta en la preocupante escalada de las importaciones de fertilizantes nitrogenados y urea desde Rusia hacia la UE durante 2023 y, de forma aún más acusada, en 2024. Esta creciente dependencia económica, según la Comisión Europea, no solo compromete la seguridad alimentaria del bloque, sino que también expone a la Unión a posibles medidas coercitivas por parte de Rusia, especialmente a través del suministro de fertilizantes.
«No es aceptable que tres años después de que Rusia lanzara su guerra a gran escala, la UE siga comprando productos críticos en grandes volúmenes; de hecho, estas importaciones han aumentado significativamente. La propuesta impulsará la producción de fertilizantes de la UE, que se ha visto afectada por las importaciones rusas baratas, al tiempo que da a los agricultores tiempo para adaptarse.» – Inese Vaidere (PPE, Letonia), ponente permanente del Parlamento para Rusia.
Los ingresos generados por la venta de estos productos, especialmente los fertilizantes, se consideran una contribución directa a la maquinaria de guerra rusa.
Impacto Esperado y Reacciones Diversas
Se anticipa que estos nuevos aranceles provocarán una reducción drástica de las importaciones de los bienes afectados desde Rusia y Bielorrusia, ya sea de forma directa o indirecta. Esto, a su vez, debería estimular la producción interna de fertilizantes en la UE, un sector que se ha visto perjudicado por la competencia de los precios más bajos de las importaciones rusas. Se espera que proveedores alternativos como Egipto, Argelia, Noruega, Marruecos, Omán y Estados Unidos puedan cubrir parte de la demanda. Polonia, como segundo mayor productor de fertilizantes de la UE, podría ver una oportunidad de expansión en este nuevo escenario.
No obstante, la medida no está exenta de posibles efectos adversos a corto plazo, como un aumento de los precios para los agricultores y, consecuentemente, para los consumidores europeos. Consciente de ello, la legislación aprobada incluye la obligación para la Comisión Europea de monitorear constantemente la evolución de los precios y los posibles impactos negativos en los sectores agrícolas de la UE, reservándose el derecho de intervenir para mitigar desequilibrios.
La complejidad de equilibrar los objetivos geopolíticos con los intereses económicos internos quedó patente en la propia votación. Dentro de la mayoría gubernamental italiana, por ejemplo, hubo división: la Lega votó en contra, Fratelli d’Italia se abstuvo y Forza Italia apoyó el texto. El eurodiputado Carlo Fidanza (Fratelli d’Italia) justificó la abstención de su grupo por la «ausencia de una cláusula de salvaguardia contra el aumento de precios», pidiendo «protección para los agricultores europeos». Este tipo de preocupaciones subraya el impacto diferenciado que estas políticas pueden tener entre los estados miembros y sus sectores productivos.
La reacción del Kremlin no se hizo esperar. El portavoz Dmitry Peskov calificó la decisión de «otro acto autodestructivo de Europa», asegurando que Moscú encontrará mercados alternativos para sus productos y que «los fertilizantes europeos serán más caros y de menor calidad, porque los nuestros siguen siendo los mejores».
Próximos Pasos
Tras la aprobación en el pleno del Parlamento, la regulación debe ser ahora adoptada formalmente por el Consejo de la UE. Una vez adoptada y publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea, entrará en vigor. Para los productos agrícolas restantes (listados en el Anexo I de la propuesta), la regulación se aplicará cuatro semanas después de la entrada en vigor de la ley. Se espera que los nuevos aranceles comiencen a aplicarse a partir del 1 de julio de 2025.
Esta medida se enmarca en un contexto más amplio, precediendo a la esperada adopción formal del 17º paquete de sanciones de la UE contra Rusia.
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