Durante el Día de la Alimentación organizado por la FAO en Roma, el Papa León XIV alertó sobre el uso del hambre como instrumento de guerra, instando a la comunidad internacional a no permanecer indiferente.
Citó datos de la ONU que indican que 673 millones de personas no comen lo suficiente cada día y destacó los conflictos en Ucrania, Gaza, Haití, Afganistán, Mali, República Centroafricana, Yemen y Sudán del Sur.
El pontífice subrayó que el sufrimiento de los más vulnerables exige reexaminar prioridades y estilos de vida, y calificó la indiferencia frente al hambre como un fracaso colectivo y un extravío ético.
Señaló que los grupos humanitarios han denunciado la práctica de restringir o desviar alimentos durante los conflictos, dejando a civiles inocentes sin acceso a la comida.
Riesgo para la ayuda humanitaria y millones afectados
León XIV lanzó su advertencia mientras las agencias alimentarias de la ONU enfrentan recortes históricos de financiación, especialmente el Programa Mundial de Alimentos, que advirtió que 13,7 millones de beneficiarios podrían enfrentar hambruna extrema.
Los países más afectados por la disminución de recursos incluyen Afganistán, Congo, Haití, Somalia, Sudán del Sur y Sudán, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de millones de personas.
El Papa concluyó su mensaje exhortando a los líderes mundiales a asumir su responsabilidad y garantizar que la ayuda llegue a quienes más la necesitan, enfatizando que el hambre no puede ser un instrumento de poder ni un destino inevitable para millones de seres humanos.


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