Con el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos en 2025, las políticas migratorias de su administración se han endurecido significativamente. En sus primeros días al mando, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha intensificado las redadas contra inmigrantes indocumentados en diversas ciudades de EE.UU., con un enfoque claro en aquellos con antecedentes penales. Esto ha generado una creciente preocupación en los países latinoamericanos, muchos de los cuales han sido receptores de vuelos de deportados, tanto militares como comerciales.
Aunque no existen datos oficiales precisos, varios reportes de medios como The New York Times y DW han revelado detalles sobre los destinos de los vuelos y los números de deportados. Este artículo ofrece un análisis detallado sobre los países latinos que han sido los más afectados por las deportaciones durante los primeros días de la administración Trump.
Colombia: el acuerdo tenso con el gobierno de Gustavo Petro
Uno de los destinos más mencionados en los primeros días de deportaciones fue Colombia. Después de un periodo de tensión diplomática entre Trump y el presidente colombiano Gustavo Petro, que rechazó inicialmente el primer vuelo de deportados, se alcanzó un acuerdo. El 28 de enero de 2025, dos aviones con migrantes deportados aterrizaron en Bogotá, con 91 personas provenientes de El Paso, Texas, y 110 de San Diego, California. Este acuerdo pone de relieve el creciente conflicto entre Trump y algunos gobiernos latinoamericanos que están presionando por políticas migratorias más justas.
México: el principal receptor de deportados
México sigue siendo el país más afectado por las políticas de deportación de Trump. Según declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, entre el 20 y el 26 de enero de 2025, México recibió aproximadamente 4.094 deportados. Esta cifra refleja el continuo impacto de la migración irregular desde Centroamérica y el Caribe hacia EE.UU., con un número creciente de ciudadanos mexicanos regresando a su país de origen en vuelos comerciales, a menudo esposados y con grilletes. Los números de deportados se alinean con las estadísticas de deportación de 2024, donde México lideró con 87.298 deportados.
Guatemala y Ecuador: deportaciones aéreas militares
Otro país gravemente afectado por las deportaciones es Guatemala. El 30 de enero de 2025, un avión militar estadounidense partió de El Paso, Texas, con 80 deportados a bordo, quienes llegaron a su país de origen tras ser arrestados en Estados Unidos. Ecuador también recibió vuelos de deportados, con un avión que aterrizó en Guayaquil el 28 de enero, trayendo 80 migrantes que fueron expulsados de EE.UU. La situación refleja un patrón creciente de cooperación entre EE.UU. y estos países en términos de repatriación de migrantes irregulares.
Honduras, Brasil, El Salvador y otros países latinos
A medida que los vuelos de deportados se multiplican, otros países también han tenido que recibir a sus ciudadanos deportados. El 31 de enero, Honduras recibió dos vuelos con un total de 126 migrantes deportados. En Brasil, 88 personas fueron deportadas a bordo de un vuelo comercial, aunque las autoridades brasileñas expresaron quejas sobre el trato recibido por los deportados. En El Salvador, también se informó sobre la llegada de cientos de deportados, quienes viajaron en vuelos comerciales con medidas de seguridad estrictas, incluyendo el uso de grilletes.
Las redadas del ICE: un incremento alarmante de arrestos
Durante los primeros días de la administración Trump, el ICE reportó un aumento significativo en los arrestos de inmigrantes indocumentados. Entre el 23 y el 29 de enero de 2025, se realizaron 5.537 arrestos, una cifra que refleja un endurecimiento de las políticas migratorias en comparación con el periodo anterior. Además, se registraron 4.333 retenciones en prisiones y cárceles, lo que indica una clara intención de la administración de deportar a la mayor cantidad posible de inmigrantes irregulares.
La política migratoria de Trump: enfoque en la seguridad
La política migratoria de Trump ha puesto especial énfasis en la deportación de inmigrantes con antecedentes penales. Sin embargo, la administración también ha dejado claro que cualquier persona en situación irregular puede ser detenida y deportada, lo que ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos y organizaciones migratorias. La Casa Blanca, a través de su secretaria de prensa Karoline Leavitt, ha reafirmado que las medidas serán ejecutadas con firmeza.
Retos y críticas ante las deportaciones
Uno de los principales retos que enfrenta la administración Trump es la negativa de algunos países a recibir deportados. En respuesta a esta situación, se ha discutido la construcción de una nueva instalación en la Bahía de Guantánamo, Cuba, para albergar a aquellos inmigrantes que no puedan ser repatriados de inmediato. La implementación de estas nuevas medidas forma parte de lo que la Casa Blanca ha denominado la “mayor operación de deportación” en la historia de EE.UU.
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