En un discurso que marca un punto de inflexión para la seguridad europea, el Secretario General de la OTAN, Mark Rutte, instó este 9 de junio a los países miembros a un aumento drástico de sus capacidades de defensa, incluyendo un incremento del 400% en la defensa aérea y de misiles.
Londres fue el escenario de una de las declaraciones más contundentes en la historia reciente de la OTAN. El Secretario General, Mark Rutte, hablando desde el influyente think tank Chatham House, delineó una visión de rearme masivo para el continente europeo, argumentando que la pasividad ante la agresión rusa ya no es una opción viable. La propuesta central es un «salto cuántico» en la producción y adquisición de armamento, con un enfoque específico en la defensa contra amenazas aéreas.
Nuevos objetivos de gasto: Más allá del 2%
Durante años, el objetivo del 2% del PIB en gasto de defensa fue un punto de fricción. Ahora, Rutte lo considera insuficiente. La nueva propuesta es que los aliados destinen un mínimo del 3.5% de su PIB a gastos puramente militares y un 1.5% adicional a gastos relacionados con la defensa, como la mejora de infraestructura crítica (carreteras, puentes, puertos y aeródromos) y la ciberseguridad. Esto elevaría el compromiso total al 5% del PIB.
«Necesitamos más de todo», declaró Rutte. «Más vehículos blindados, más proyectiles, más drones y, sobre todo, un aumento del 400% en nuestras defensas aéreas y de misiles integradas. La paz tiene un precio, y debemos estar dispuestos a pagarlo».
La amenaza rusa como catalizador
La justificación para este rearme sin precedentes es la percepción de que Rusia representa una amenaza existencial y a largo plazo para la seguridad europea. Rutte citó directamente la guerra en Ucrania y la creciente inestabilidad global como pruebas de que los arsenales actuales de la OTAN son inadecuados para una disuasión creíble y una defensa efectiva en caso de un conflicto a gran escala.
«Durante demasiado tiempo, hemos cosechado el dividendo de la paz. Ahora, en esta nueva era de autoritarismo desenfrenado, debemos invertir masivamente en nuestra defensa colectiva. Es el requisito previo para nuestra libertad.» – Mark Rutte, Secretario General de la OTAN.
Reacciones y el camino a seguir
La propuesta de Rutte llega en un momento crucial, justo antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington a finales de junio, donde se espera que los líderes tomen decisiones clave sobre el futuro de la alianza. El Reino Unido, anfitrión del discurso, ya se había comprometido a alcanzar el 2.5% para 2027 y el 3% para 2034, pero la nueva meta del 5% representa un desafío económico y político monumental para todos los miembros, especialmente en un contexto de inflación y presión sobre los servicios públicos. La discusión sobre cómo financiar este rearme y qué sacrificios implicará dominará la agenda política en toda Europa en los próximos meses.
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