La frontera norte vuelve a encenderse. Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, lanzó una advertencia firme al grupo Hezbollah, asegurando que Israel actuará “según sea necesario” si continúan las amenazas desde el sur del Líbano.
Durante la reunión semanal de su gabinete, el mandatario fue tajante:
“No permitiremos ninguna amenaza a los habitantes del norte. Actuaremos con toda la fuerza de las Fuerzas de Defensa de Israel para proteger nuestra soberanía”.
Sus declaraciones llegan tras una nueva serie de ataques aéreos contra posiciones de Hezbollah, que dejaron cuatro combatientes muertos, entre ellos un presunto alto mando de la fuerza de élite Radwan.
La frontera norte: un equilibrio cada vez más frágil
Desde la guerra del otoño de 2024, el norte de Israel y el sur del Líbano viven bajo una calma tensa. Aunque el alto el fuego, mediado por Estados Unidos, Francia y la ONU, estableció una tregua formal, las escaramuzas nunca cesaron del todo.
En la última semana de octubre, los bombardeos israelíes provocaron 16 muertos en el sur del Líbano, según fuentes locales. Uno de los ataques, en el distrito de Nabatiyeh, destruyó un vehículo en movimiento. Israel afirmó que el objetivo era un miembro de Hezbollah que transportaba armas hacia la frontera.
El Ministerio de Sanidad libanés confirmó cuatro víctimas fatales, mientras que la Agencia Nacional de Noticias denunció que los ataques violan los acuerdos internacionales firmados el año pasado.
Hezbollah: una amenaza que no desaparece
Netanyahu sostiene que Hezbollah busca “rearmarse y recuperarse” tras la guerra de 2024. En aquel conflicto, miles de civiles fueron desplazados y ciudades fronterizas como Kiryat Shmona y Nahariya sufrieron constantes ataques con cohetes.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) ha reforzado su presencia, pero advierte que los recientes enfrentamientos podrían romper la tregua de manera irreversible.
Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, aseguró que la presión sobre el grupo chií continuará:
“El compromiso del gobierno libanés de desarmar a Hezbollah debe cumplirse. No toleraremos más provocaciones”.
Líbano responde: “solo el Ejército puede portar armas”
Ante la intensificación de los bombardeos, el gobierno del presidente Joseph Aoun anunció que impondrá un monopolio estatal sobre las armas, buscando limitar el poder militar de Hezbollah.
Esta medida ha generado fricciones dentro del país, donde el grupo cuenta con aliados políticos y control territorial en el sur. El Ejército libanés fue autorizado a desplegar tropas adicionales para “responder con firmeza a cualquier incursión israelí”, marcando una nueva etapa en el conflicto.
Miles de familias libanesas siguen desplazadas, al igual que los habitantes israelíes del norte, quienes no han podido regresar a sus hogares desde el estallido de la guerra en Gaza en octubre de 2023.
El riesgo de una nueva guerra regional
Analistas internacionales advierten que un nuevo enfrentamiento directo entre Israel y Hezbollah podría reavivar la inestabilidad en Medio Oriente, afectando los esfuerzos de reconstrucción en Gaza y elevando las tensiones con Irán, aliado estratégico del grupo chií.
Netanyahu, sin embargo, mantiene su discurso firme:
“Israel no busca la guerra, pero no dudará en defender a su pueblo”.
La comunidad internacional observa con cautela. Las Naciones Unidas han pedido “moderación inmediata” y recuerdan que el alto el fuego de 2024 sigue vigente, aunque cada día parece más cercano a romperse.
TE PODRÍA INTERESAR