El Ministerio de Salud de Nepal confirmó que las protestas registradas en Katmandú han dejado 30 muertos y mil 033 personas heridas entre el lunes y el martes. Según el reporte, 713 ya fueron dadas de alta, mientras que 253 permanecen hospitalizadas y otras 55 fueron trasladadas a diferentes centros médicos.
Los hospitales trabajan bajo máxima presión. El Hospital de Servicio Civil atiende a 436 personas, el Centro Nacional de Trauma a 161 y el Hospital Everest a 109, mientras que otros 25 hospitales en todo el país mantienen la atención de pacientes.
Las manifestaciones, encabezadas por la llamada “Generación Z”, iniciaron como una marcha pacífica hacia el Parlamento. Sin embargo, derivaron en violentos enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua.
Toque de queda y despliegue del Ejército en Katmandú
Ante la escalada de violencia, el Ejército de Nepal desplegó tropas en toda la capital, imponiendo un toque de queda indefinido. Las autoridades advirtieron que cualquier acto de vandalismo, saqueo o incendio será procesado como delito grave.
Los colectivos juveniles que impulsaron las protestas se han desmarcado de los actos violentos. Además, hicieron un llamado a abrir negociaciones con los militares y el gobierno depuesto para buscar una salida pacífica a la crisis política.
Como parte de sus demandas, el movimiento lanzó también una propuesta en línea para elegir a un líder representativo de la protesta, con la intención de dar mayor organización y legitimidad al movimiento.
Las tensiones en Nepal reflejan un clima de fuerte descontento social, donde la juventud ha tomado el liderazgo de las manifestaciones, mientras el país atraviesa una de las crisis políticas y sociales más graves de los últimos años.
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