Con la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la frontera con México vivió un cambio inmediato y drástico en su política migratoria. Uno de los primeros impactos fue la suspensión total de la aplicación CBP One, utilizada para agendar citas de ingreso legal al país norteamericano.
Miles de migrantes que habían esperado meses para ser atendidos en los cruces fronterizos se encontraron de repente sin opción alguna para continuar con sus trámites. Este evento, ocurrido justo mientras Trump pronunciaba su discurso inaugural, simbolizó el inicio de una nueva era migratoria marcada por medidas restrictivas y controversiales.
El impacto inmediato en los migrantes
Historias de desesperación en la frontera
En Ciudad Juárez, más de 30 migrantes quedaron varados después de recibir la noticia de la cancelación de sus citas, programadas desde hace siete meses. Rosa, una mujer que huyó de la violencia en Chiapas con sus hijos pequeños, relató con lágrimas:
“Venimos escapando de la muerte, y ahora no sabemos qué hacer. Todo esto es muy injusto.”
En Tijuana, Gabriela, una salvadoreña con una niña de 4 años, comentó que aunque logró agendar su cita antes del cierre, teme que también sea cancelada. Mientras tanto, Juan Antonio, otro migrante afectado, describió cómo las autoridades mexicanas pidieron a los solicitantes de asilo alejarse de las garitas fronterizas, intensificando su angustia.
La política migratoria de Trump: “Quédate en México”
En su discurso, Trump anunció la reactivación del programa “Quédate en México”, el cual obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras sus casos son procesados en tribunales estadounidenses.
Esta medida, junto con la suspensión de CBP One, ha creado un ambiente caótico en ciudades fronterizas como Tijuana y Nogales, donde cientos de familias buscan desesperadamente alternativas para ingresar legalmente a Estados Unidos.
La incertidumbre en la frontera: un problema humanitario
La suspensión de CBP One no solo canceló citas ya agendadas, sino que también bloqueó la posibilidad de nuevos registros. Esto deja a miles de personas en un limbo legal y con opciones limitadas para protegerse de la violencia o la pobreza que enfrentan en sus países de origen.
Mientras las políticas migratorias de Trump avanzan hacia un enfoque más restrictivo, organizaciones humanitarias advierten sobre una posible crisis en los albergues mexicanos, que ya operan al límite de su capacidad.
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