Desde el 7 de octubre de 2023, la ciudad de Gaza ha sido escenario de una ofensiva militar israelí, desatada tras ataques ejecutados por diversas facciones palestinas. La orden de evacuación obligatoria, destinada a desplazar a los ciudadanos hacia el sur del enclave, afecta a millones de personas, incluidos más de 300 mil niños.
Según el Gobierno de Gaza, más de 1 millón de personas se mantienen firmes en sus hogares, desafiando las advertencias israelíes y denunciando el plan de desplazamiento como una violación de derechos humanos y leyes internacionales.
Condiciones de refugio y la crisis humanitaria
Las autoridades gazatíes han señalado que la zona designada como refugio seguro en Al Mauasi es insuficiente para albergar a la población desplazada:
- Solo representa menos del 12% del territorio de la Franja.
- Más de 1,7 millones de personas serían concentradas allí, provocando aglomeración y escasez de recursos básicos.
- La región ha sufrido más de 109 bombardeos, con más de 2 mil muertes y hospitales incapaces de atender a los heridos.
Este contexto evidencia la crisis humanitaria que enfrenta Gaza, donde el acceso a agua, electricidad, alimentos y atención médica es extremadamente limitado.
Resistencia de la población y retornos al norte
A pesar de los bombardeos y amenazas, cerca de 20 mil personas regresaron al norte de la Franja tras comprobar que el sur carece de condiciones mínimas para sobrevivir. La resistencia civil refleja tanto la desesperación como la firmeza de los habitantes ante la presión militar.
El comunicado de Hamas acusa a Israel de intentar imponer desplazamiento irreversible, calificándolo como un delito que contraviene las leyes internacionales sobre derechos humanos y protección de civiles en conflictos armados.
Consecuencias humanas de la ofensiva
Hasta la fecha, la ofensiva israelí ha dejado más de 64 mil 750 muertos y 164 mil heridos, según cifras de las autoridades gazatíes. La falta de acceso a ayuda humanitaria, sumada al bloqueo del enclave, agrava la crisis y dificulta la atención médica, la distribución de alimentos y la protección de los más vulnerables, especialmente niños y ancianos.
Organizaciones internacionales han alertado sobre el impacto devastador de los desplazamientos forzados, la escasez de refugios y la necesidad urgente de asistencia humanitaria para evitar un colapso total de la población civil.
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