En un momento crucial para la seguridad europea y mundial, el presidente francés Emmanuel Macron ha dejado claro que el futuro de Ucrania no puede decidirse sin la voz directa de los ucranianos. Esta afirmación cobra aún más relevancia ante la próxima cumbre entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska, que ha generado expectativa internacional.
Desde su despacho en París, Macron se comunicó con su homólogo ucraniano Volodimir Zelensky y otros líderes clave europeos, recordando que la participación activa de Ucrania es fundamental para garantizar una solución justa y duradera.
Zelensky intensifica contactos con aliados tras confirmación de la cumbre
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, no ha perdido tiempo y comenzó una serie de conversaciones con sus aliados más cercanos, incluyendo a Boris Johnson, Olaf Scholz y Mette Frederiksen, buscando fortalecer el apoyo europeo frente a la reunión Trump-Putin.
Zelensky advirtió que “los rusos no deben volver a engañar a nadie” y que la meta debe ser un “final auténtico para la guerra” con garantías firmes para la seguridad de Ucrania y Europa. La urgencia de estas comunicaciones subraya la tensión que genera la ausencia de Ucrania en la primera cumbre entre ambos mandatarios.
La amenaza rusa y la postura de Ucrania sobre su territorio
Uno de los puntos más sensibles en estas negociaciones es la integridad territorial de Ucrania. Zelensky ha sido enfático: “Ucrania no cederá sus tierras al ocupante”. Rechaza cualquier plan que implique intercambios territoriales que favorezcan a Rusia y considera tales propuestas como obstáculos para la paz real.
Para Zelensky, la Constitución ucraniana es clara y no admite concesiones territoriales, posición que ha reiterado en múltiples llamadas con líderes mundiales. Además, señaló que la guerra debe acabar porque es Rusia quien la inició y prolonga, no Ucrania.
Europa como actor clave en la seguridad regional
Macron y sus homólogos europeos recuerdan que el futuro de Ucrania también impacta directamente en la seguridad europea. Por ello, la Unión Europea y la OTAN están involucradas en la búsqueda de soluciones que no solo pongan fin al conflicto, sino que garanticen estabilidad y prosperidad en la región.
Este compromiso se traduce en apoyo político, económico y militar a Ucrania, además de un llamado a que cualquier acuerdo incluya a los legítimos representantes ucranianos. La cumbre de Alaska, pese a la ausencia de Kiev, es vista por Europa como una oportunidad para seguir presionando por una paz real.
La esperanza de una paz auténtica y duradera
Mientras el mundo observa la reunión entre Trump y Putin, Ucrania y sus aliados europeos mantienen un diálogo constante con la esperanza de que la paz no sea solo un acuerdo temporal, sino una solución duradera y respetada por todos.
Zelensky insiste en que “una paz digna es la que la gente respete”, y que sin Ucrania en la mesa de negociaciones, cualquier solución será “muerta”. Así, el presidente ucraniano apuesta por un futuro en el que su país sea protagonista, con garantías claras y seguridad para su pueblo y la región.


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