El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a asumir un papel protagónico en la diplomacia latinoamericana al rechazar una eventual incursión militar de Estados Unidos en Venezuela. Desde Belém, donde se prepara la Cumbre Climática COP30, Lula llamó a privilegiar el diálogo sobre las armas, en un mensaje que busca reposicionar a Brasil como mediador regional en los conflictos hemisféricos.
“Los problemas no se resuelven con armas”
Durante una entrevista con medios internacionales, Lula reveló que en su más reciente encuentro con el expresidente estadounidense Donald Trump, en Kuala Lumpur, fue claro en su mensaje:
“Los problemas políticos no se resuelven con armas, se resuelven mediante el diálogo”.
Su declaración llega en un momento de tensiones crecientes entre Washington y Caracas, donde el gobierno de Nicolás Maduro acusa a Estados Unidos de preparar maniobras militares en el Caribe.
Para Lula, cualquier intervención “solo agravaría el sufrimiento del pueblo venezolano y desestabilizaría la región”.
Brasil busca recuperar su rol diplomático en la región
En los últimos meses, Lula ha reiterado su intención de que Brasil actúe como puente entre Venezuela, Estados Unidos y las potencias europeas, impulsando negociaciones multilaterales que favorezcan una salida pacífica a la crisis política venezolana.
Su estrategia apunta a consolidar el liderazgo de Brasil en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuya próxima cumbre se realizará en Santa Marta, Colombia, el 9 y 10 de noviembre. Lula adelantó que el tema venezolano será uno de los ejes principales del encuentro, junto con la cooperación regional en seguridad y desarrollo sostenible.
Lula, entre la COP30 y el tablero geopolítico
El mensaje de Lula no solo tiene una lectura diplomática, sino también simbólica. Desde Belém, donde encabezará la COP30, el mandatario pretende proyectar a Brasil como potencia verde y mediadora global, capaz de combinar liderazgo ambiental con influencia política.
“Estados Unidos podría ayudar más si combate el narcotráfico y apoya el desarrollo económico en América Latina, en lugar de intentar disparar”, señaló Lula.
Su discurso conecta la crisis ambiental con la desigualdad social y la violencia, buscando que Brasil se convierta en un actor clave en la diplomacia del siglo XXI.
Reacciones internacionales
Analistas consideran que Lula intenta reposicionar a América Latina como una región autónoma, capaz de negociar sus propios equilibrios sin depender de Washington o Pekín. Su propuesta de mediación entre Venezuela y Estados Unidos refuerza su imagen de estadista global en un contexto donde la diplomacia del diálogo vuelve a ganar relevancia.
En redes sociales, la etiqueta #LulaMediador se ha vuelto tendencia, impulsada por simpatizantes que ven en su postura un llamado a la paz y por críticos que le reprochan acercarse demasiado a Maduro.
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