viernes, diciembre 19, 2025

Kim Jong-un endurece su mando y promete erradicar el “mal” interno

Kim Jong-un acusó a sus funcionarios de irresponsables en una cumbre clave donde reforzó su alianza con Rusia y delineó la próxima etapa del régimen norcoreano.

“Debemos erradicar el mal”. Con esa frase, pronunciada con la severidad que lo caracteriza, Kim Jong-un cerró una de las reuniones más tensas del comité central del Partido de los Trabajadores en Pyongyang. A su alrededor, funcionarios nerviosos tomaban notas rápidas mientras el líder norcoreano dejaba claro que la disciplina interna no es solo un valor del régimen, sino una línea que nadie debe cruzar.

Así inició la sesión que, durante tres días, definió la dirección política del país y reveló nuevas señales sobre el futuro militar y diplomático de Corea del Norte. Entre advertencias, elogios a combatientes y promesas de modernización bélica, Kim Jong-un dejó entrever que la maquinaria interna del régimen se prepara para ajustes profundos.

Kim Jong-un y el mensaje que marca la próxima fase del régimen

Corrección de actitudes, de errores, de desviaciones y de lo que Kim calificó como “visión ideológica equivocada”. Aunque no dio nombres, en Corea del Norte ese tipo de mensajes suele anticipar purgas, reestructuraciones o castigos ejemplares.

Los medios estatales detallaron que la “irresponsabilidad” de varios funcionarios afecta el avance de la causa revolucionaria. En un sistema donde cada decisión se monitorea casi al milímetro, cualquier desviación es interpretada como amenaza al orden político.

Durante su discurso, Kim resaltó que la lealtad y la disciplina son pilares esenciales, recordando la “necesidad de tener la mente clara ante los desafíos de la época”. Su tono, firme y directo, buscaba tanto intimidar como reafirmar su autoridad.

Entre los asistentes, según fuentes citadas por KCNA, la atmósfera era solemne: nadie se movía, nadie respiraba fuerte, nadie apartaba la mirada. En Corea del Norte, el mensaje se entiende sin necesidad de más palabras.

Mitad del artículo: la figura de Kim Jong-un como eje militar y geopolítico

A la mitad de la jornada, el tema cambió de lo interno a lo internacional. En un momento cuidadosamente coreografiado, Kim Jong-un elogió a los soldados norcoreanos que combaten del lado de Rusia en la guerra de Ucrania. Los llamó “auténticos protectores de la justicia internacional”, reforzando la narrativa ideológica que une a Pyongyang y Moscú.

Según estimaciones citadas por AFP, más de 600 soldados norcoreanos habrían muerto en el frente ucraniano, aunque el régimen evita admitir bajas. Para Kim, su sacrificio no solo es heroico, sino necesario para fortalecer su alianza estratégica con Vladimir Putin.

Analistas señalan que Corea del Norte está obteniendo beneficios tangibles de este apoyo militar: dinero, alimentos, energía y acceso a tecnologías que de otro modo no podría conseguir debido a las sanciones internacionales. Con esa cooperación, Kim pretende asegurar la resiliencia de su régimen ante cualquier crisis global.

Corea del Norte rearma su futuro mientras ignora a Seúl y Washington

La reunión partidaria también sirvió para subrayar otro elemento clave: la modernización militar. KCNA reportó que Kim revisó avances tecnológicos en armas, sistemas de artillería y capacidades estratégicas diseñadas para responder a los “cambios geopolíticos globales”.

Coincidió con un lanzamiento de artillería múltiple que, según analistas, podría alcanzar territorio surcoreano. Sin embargo, lo más llamativo fue lo que no dijo Kim: ni una sola referencia a Estados Unidos ni a Corea del Sur.

Ni siquiera los intentos recientes del presidente surcoreano Lee Jae Myung —incluida una propuesta de disculpa por acciones pasadas— obtuvieron una respuesta. Pyongyang guardó silencio, una estrategia que demuestra que el régimen se siente más cómodo fortaleciendo su bloque con Rusia que participando en diálogos regionales.

Un cierre que anticipa cambios internos y mayor aislamiento internacional

Al terminar la sesión, Kim reiteró que la disciplina debe restaurarse “sin excusas” y que el partido debe “mirar con coraje hacia el futuro”. Aunque no reveló medidas concretas, en Corea del Norte las señales están claras: vienen ajustes internos, reforzamiento militar y una alineación internacional más cerrada.

El mensaje final resonó entre todos los presentes. En un país donde el control político lo abarca todo, cuando Kim Jong-un dice que se debe erradicar el “mal”, es evidente que su palabra marca el destino inmediato de quienes lo rodean y del rumbo completo del país.

Kim Jong-un reafirma su dominio absoluto

La cumbre del partido dejó una huella clara: Kim Jong-un consolidó su autoridad, reforzó su alianza con Rusia y preparó al régimen para un nuevo ciclo de rigidez interna. Su objetivo es simple: mantener control total frente a un mundo que cambia rápidamente.

En Corea del Norte, su mensaje es ley. Y cuando él habla, todo el país toma nota.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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