El Congreso de Perú destituyó este viernes 10 de octubre a la presidenta Dina Boluarte, en un juicio político relámpago motivado por la crisis de inseguridad, la ola de extorsiones y asesinatos, y el descontento social. En su lugar, asumió como nuevo mandatario José Jerí, abogado de 38 años y hasta ahora jefe del legislativo, quien tomó juramento por un periodo que se extenderá hasta julio de 2026. Perú celebrará elecciones generales en abril próximo.
Contexto y panorama político
Desde 2016, Perú ha tenido siete presidentes: tres destituidos por el Congreso, dos que renunciaron y uno que completó su mandato interino antes de Jerí. La expresidenta Boluarte quedó acorralada por escándalos, protestas y la violencia del crimen organizado, sin bancada propia ni apoyo popular.
Jerí declaró que su prioridad será enfrentar a las bandas criminales: “El principal enemigo está afuera, en las calles, las bandas criminales, ellos son nuestros enemigos y como enemigos debemos declararle la guerra”. Con su nombramiento, completará el mandato que ejercía Boluarte desde diciembre de 2022, cuando accedió al cargo tras la destitución y encarcelamiento del expresidente Pedro Castillo.
Destitución de Boluarte y reacción ciudadana
La remoción fue aprobada por 122 parlamentarios, generando júbilo entre unas cien personas frente al Congreso que celebraron con banderas de Perú y carteles con mensajes como “Cae Dina. Fuera pacto mafioso”. La votación se produjo después de que se aprobaran cuatro mociones de vacancia en su contra, alegando “incapacidad moral” para dirigir el Ejecutivo.
Boluarte rechazó presentarse ante el Congreso para defenderse, alegando que no había garantías de un debido proceso. Durante su gestión, la expresidenta enfrentó múltiples escándalos, incluidos investigaciones por la represión de protestas y el Rolexgate, que afectaron su popularidad y gobernabilidad.
Las recientes manifestaciones en Lima, lideradas por jóvenes y transportistas, junto con los ataques de sicarios durante un concierto, reflejan la crisis de seguridad que motivó la destitución. Con su salida, Boluarte pierde su fuero y podrá ser eventualmente enjuiciada.
José Jerí asume así un país convulso, con desafíos inmediatos en seguridad, estabilidad política y preparación para las elecciones generales de 2026, mientras Perú sigue lidiando con la inestabilidad de sus últimos años.
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