El amanecer del miércoles trajo consigo una mezcla de esperanza y desolación en Gaza. Después de una noche marcada por explosiones, fuego y columnas de humo que cubrieron el cielo, Israel anunció la reanudación del alto al fuego, horas después de haber lanzado una serie de bombardeos que dejaron más de 100 personas muertas, según fuentes médicas locales.
Los ataques, en represalia por la muerte de un soldado israelí, despertaron el temor de una nueva escalada bélica. En las calles de Gaza, los sobrevivientes intentaban volver a respirar entre los escombros, mientras los equipos de rescate trabajaban contrarreloj para recuperar cuerpos atrapados bajo los restos de edificios destruidos.
“Volvimos a la guerra”: el testimonio que conmovió a Gaza
Entre los miles de desplazados se encuentra Khadija al Housni, una joven madre de 31 años que vive en una tienda de campaña en el campo de refugiados de Al Shati. Su testimonio refleja el dolor colectivo:
“Acabábamos de empezar a respirar de nuevo, a intentar reconstruir nuestras vidas, cuando se reanudaron los bombardeos, trayendo de vuelta la guerra, las explosiones y la muerte.”
El relato de Khadija circuló en redes sociales y fue retomado por varios medios internacionales, convirtiéndose en símbolo del agotamiento emocional de la población civil.
Reacciones internacionales: llamado urgente a la calma
Tras conocerse las cifras de víctimas, la ONU y la Unión Europea emitieron declaraciones urgentes pidiendo la retención del fuego inmediato y duradero. Varios países árabes, entre ellos Egipto y Jordania, ofrecieron mediar nuevamente para evitar una escalada.
En Israel, fuentes militares confirmaron que la decisión de reanudar el alto al fuego fue producto de intensas conversaciones con mediadores internacionales. Sin embargo, advirtieron que la tregua podría romperse si continúan los ataques provenientes de territorio palestino.
“El objetivo es proteger a la población civil israelí sin prolongar el sufrimiento en Gaza”, afirmó un portavoz del ejército.
Gaza bajo tensión: una tregua frágil y un futuro incierto
A pesar del anuncio oficial, los residentes de Gaza reportaron explosiones aisladas y sobrevuelos de drones, señales de que el alto al fuego aún no se consolida plenamente. Los hospitales continúan desbordados, y organizaciones humanitarias advierten sobre una crisis sanitaria sin precedentes.
La Defensa Civil palestina informó que al menos 40 niños y 25 mujeres se encuentran entre las víctimas. Las autoridades locales insisten en que la población civil está pagando el precio de un conflicto político sin fin.
Mientras tanto, miles de familias buscan refugio en escuelas y campamentos improvisados, esperando que esta tregua no sea otra pausa momentánea antes del próximo bombardeo.
Una guerra que no termina
El conflicto entre Israel y Hamas ha dejado decenas de miles de víctimas desde 2023. Aunque ambos bandos han aceptado treguas temporales mediadas por Egipto y Catar, las tensiones persisten por el control del territorio y la seguridad fronteriza.
Cada alto al fuego ha significado un breve respiro, pero también una incertidumbre constante para los millones de civiles atrapados en medio del fuego cruzado.


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