La situación en la Franja de Gaza ha dado un giro significativo tras la decisión de Israel de reducir al mínimo sus operaciones militares, en respuesta a la aceptación parcial por parte de Hamas del plan de paz propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump. La medida, revelada por medios locales como Galei Tzahal y Kan, marca una pausa estratégica en la campaña que buscaba tomar el control de la ciudad de Gaza.

De acuerdo con fuentes militares citadas por Al Jazeera, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han recibido instrucciones de limitarse únicamente a acciones defensivas, lo que implica suspender la ofensiva terrestre dirigida a conquistar posiciones clave en el enclave palestino.

La instrucción israelí y su impacto inmediato

El corresponsal militar Doron Kadosh explicó que las órdenes del gobierno israelí buscan un “mínimo operativo”, lo que significa, en la práctica, la detención de la ofensiva activa en la ciudad de Gaza. Las tropas desplegadas deberán restringirse a maniobras defensivas y evitar cualquier escalada que comprometa las negociaciones en curso.

Según los reportes, la decisión fue tomada tras intensas evaluaciones nocturnas y reuniones con representantes de Estados Unidos, quienes han presionado a Tel Aviv para disminuir la violencia en un momento crítico del proceso de diálogo.

El papel de Estados Unidos y la presión de Trump

El presidente Donald Trump ha reiterado en los últimos días que su objetivo es lograr un acuerdo de paz que permita la liberación de rehenes y el fin de la guerra en Gaza antes del segundo aniversario del ataque del 7 de octubre.

La Casa Blanca considera que la aceptación parcial de Hamas, especialmente en lo relativo a la entrega de los rehenes, representa una oportunidad para avanzar en un cese de hostilidades más amplio. Por ello, Trump instó a Israel a detener los bombardeos y limitar sus acciones militares a lo estrictamente necesario para la defensa.

La respuesta de Hamas y el escenario en Gaza

La reacción de Hamas ha sido interpretada de manera ambivalente. Mientras algunos actores internacionales ven en la aceptación parcial un primer paso hacia la negociación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la postura como un “rechazo disfrazado” al plan.

En Gaza, la situación humanitaria sigue siendo alarmante. La reducción de operaciones israelíes podría dar un respiro a la población civil, aunque aún persisten bloqueos, desplazamientos forzados y la devastación causada por los meses de enfrentamientos.

La división dentro de Israel sobre el plan

Dentro de Israel, las reacciones han sido mixtas. El equipo negociador israelí que maneja la cuestión de los rehenes considera que la respuesta de Hamas podría abrir una vía hacia un acuerdo, mientras que la línea más dura del gobierno insiste en que se trata de una estrategia dilatoria del grupo militante.

Este contraste refleja la tensión entre quienes buscan aprovechar la coyuntura diplomática y quienes priorizan la continuación de la campaña militar para garantizar la seguridad a largo plazo.

El efecto en la ofensiva terrestre

El repliegue ordenado significa que la ofensiva terrestre en Gaza queda en pausa. Aunque las tropas permanecen desplegadas, ya no llevarán a cabo incursiones ofensivas, sino únicamente acciones de contención y defensa.

Esto reduce de manera inmediata la intensidad del conflicto, pero también plantea dudas sobre la capacidad de Israel de mantener la presión sobre Hamas sin recurrir a ataques ofensivos.

Reacciones internacionales y mediadores clave

Además de Estados Unidos, países como Egipto y Qatar, que han actuado como mediadores en este conflicto, valoraron la disminución de operaciones como una señal positiva. No obstante, recalcaron que aún quedan aspectos del plan de Trump que requieren más consultas y ajustes antes de alcanzar un acuerdo definitivo.

La comunidad internacional observa con cautela, destacando que este es un momento clave que podría definir si el conflicto entra en una fase de distensión diplomática o si se regresa a una espiral de violencia.

¿Un punto de inflexión en la guerra de Gaza?

La decisión de Israel de reducir al mínimo sus operaciones podría marcar un punto de inflexión en la guerra, siempre y cuando ambas partes mantengan canales de negociación abiertos.

Sin embargo, la historia del conflicto palestino-israelí muestra que las ventanas de oportunidad son frágiles y que cualquier incidente en el terreno puede desatar nuevamente la violencia.

La orden de Israel de reducir sus operaciones militares en Gaza refleja la creciente presión internacional y la influencia directa del plan de paz impulsado por Donald Trump. Si bien la medida no significa un alto el fuego definitivo, sí representa un cambio en la estrategia israelí y un posible respiro para la población civil.

El futuro dependerá de la voluntad política de las partes y de la capacidad de los mediadores internacionales para transformar esta pausa en un camino hacia un acuerdo duradero.