Intensos bombardeos israelíes agravan la crisis humanitaria en Gaza
Durante la noche del sábado al domingo, la ciudad de Gaza sufrió una nueva escalada de violencia con bombardeos en la periferia oriental y septentrional, donde aviones y tanques israelíes destruyeron edificios y viviendas. La población civil vive un constante estado de alarma, mientras la hambruna se agrava y los rehenes siguen retenidos por Hamas.
Explosiones y destrucción en barrios claves
Residentes de Zeitún, Shejaia y Sabra reportaron explosiones constantes y la caída de edificios enteros en Jabalia, el área septentrional más afectada. El fuego iluminó los cielos nocturnos y provocó el pánico entre las familias, muchas de las cuales huyeron cargando lo poco que podían rescatar. Algunos, sin embargo, decidieron quedarse pese al riesgo mortal.
El ejército israelí justificó los ataques como parte de su plan para desmantelar túneles de Hamas y prevenir la reactivación de militantes en zonas estratégicas. Según el comunicado oficial, la operación busca “expandir el combate a áreas adicionales e impedir que los terroristas vuelvan a operar”.
La ofensiva israelí y la respuesta de Hamas
Israel aprobó recientemente un plan para hacerse con el control total de la ciudad, considerada el último bastión de Hamas. Aunque la invasión completa aún no se ejecuta, el ministro de Defensa, Israel Katz, advirtió que seguirá con la ofensiva y que Gaza será arrasada si Hamas no termina la guerra y libera a los rehenes.
Hamas calificó el plan como una muestra de falta de seriedad respecto a un alto al fuego, insistiendo en que un acuerdo temporal es “la única forma de devolver a los rehenes” y responsabilizando directamente a Netanyahu por sus vidas. La propuesta contempla 60 días de alto al fuego, liberación de 10 rehenes vivos y 18 cadáveres, mientras Israel liberaría a unos 200 prisioneros palestinos de larga data.
Crisis humanitaria y hambruna
Cerca de la mitad de los dos millones de habitantes del enclave viven en la ciudad de Gaza. Miles han abandonado sus hogares, aunque otros se niegan a irse por miedo o imposibilidad económica. La hambruna, oficialmente declarada, ha cobrado 289 vidas, incluyendo 115 niños, desde el inicio del conflicto, y se teme que la situación se agrave en las próximas semanas.
Mohammad, de 40 años, relató la angustia de tener que mover constantemente a su familia para escapar de los bombardeos: “Ningún lugar es seguro, pero no puedo correr el riesgo. Si comienzan la invasión, utilizarán fuego pesado”. Mientras tanto, Aya, madre de ocho hijos, afirmó que su familia permanecerá en casa pese al hambre y el miedo, incapaz de costear su evacuación.
Negociaciones y mediación internacional
Egipto y Qatar buscan reanudar las conversaciones de alto al fuego antes de la ofensiva israelí, mientras Netanyahu asegura que Israel retomará negociaciones inmediatas para liberar a 50 rehenes, de los cuales se cree que unos 20 siguen vivos. Las negociaciones también buscan establecer un alto al fuego permanente y garantizar la liberación de los rehenes restantes.
Una población atrapada entre la guerra y la inanición
La población civil enfrenta una doble crisis: los ataques constantes y la falta de alimentos. El Ministerio de Salud de Gaza reportó ocho muertes más por desnutrición en un solo día, mientras Israel cuestiona los datos oficiales. Las calles de la ciudad permanecen desiertas, los mercados vacíos y la desesperanza se ha vuelto palpable entre los habitantes que sobreviven día a día bajo el constante temor de los ataques.
Perspectivas futuras
El conflicto en Gaza continúa sin solución a corto plazo. La comunidad internacional observa con alarma la escalada de violencia y la crisis humanitaria, mientras la diplomacia regional busca mecanismos para detener los bombardeos, garantizar la entrega de ayuda y establecer un alto al fuego que permita la liberación de los rehenes y la estabilización de la ciudad.
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