Teherán, una metrópolis de más de 10 millones de habitantes, enfrenta una de las crisis hídricas más graves de su historia. El gobierno iraní anunció que implementará cortes periódicos de agua con el objetivo de limitar el consumo y reducir el desperdicio, en medio de la peor sequía en un siglo.
Una sequía histórica sin precedentes
Según autoridades locales, el bajo nivel de precipitaciones registrado este año es “prácticamente sin precedentes desde hace cien años”. De las 31 provincias iraníes, 15 no han recibido ni una sola gota de lluvia desde octubre, de acuerdo con un informe publicado por la agencia Isna.
La falta de lluvias ha provocado que los principales embalses del país se encuentren en niveles críticos, especialmente el reservorio principal de Teherán, que está prácticamente seco, mientras el consumo de la capital supera los 3 millones de metros cúbicos de agua por día.
Cortes programados para ahorrar agua
El ministro de Energía de Irán, Abas Ali Abadi, declaró en la televisión estatal que los cortes de agua se realizarán con el propósito de “evitar el desperdicio, aunque puedan ocasionar inconvenientes”.
Diversos medios locales ya reportan cortes nocturnos en distintas zonas de Teherán, medida que podría extenderse a otras provincias si la sequía persiste.
Riesgo de evacuación de la capital
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, advirtió recientemente que, de continuar la escasez, Teherán podría tener que ser evacuada antes de finalizar el año.
“Si no llueve antes de fin de año, la ciudad podría quedarse sin agua potable. Debemos considerar todas las opciones, incluso una evacuación parcial o temporal”, señaló Pezeshkian.
Aunque el mandatario no especificó cómo se llevaría a cabo la evacuación, expertos advierten que desplazar a millones de personas representaría una operación logística sin precedentes en la historia del país.
Factores climáticos y geográficos
La ubicación de Teherán, en la ladera sur de la cordillera de Alborz, ha sido históricamente un desafío para la gestión del agua. La ciudad experimenta veranos extremadamente calurosos y secos, otoños con lluvias irregulares e inviernos con nevadas variables, factores que agravan el impacto de la crisis climática global.
Además, el crecimiento urbano acelerado y la sobreexplotación de acuíferos han contribuido a que los recursos hídricos se agoten a un ritmo insostenible.
Consecuencias sociales y ambientales
Los cortes de agua ya comienzan a generar preocupación entre los habitantes, que enfrentan dificultades para cubrir sus necesidades básicas. A ello se suma el temor de que la escasez provoque desplazamientos internos, afectando la estabilidad social y económica de la región.
Especialistas advierten que la crisis podría extenderse a otras áreas urbanas e industriales, impactando la producción agrícola, el suministro eléctrico y la salud pública.
La situación en Irán refleja los efectos más extremos del cambio climático y la mala gestión del agua. Con embalses vacíos, lluvias inexistentes y una demanda creciente, el país enfrenta una encrucijada histórica: reformar urgentemente su política hídrica o prepararse para una posible evacuación masiva de su capital.


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