India se encuentra en un momento de significativa transformación tanto a nivel doméstico como en su posicionamiento en el escenario mundial. El gobierno del Primer Ministro Narendra Modi está impulsando una serie de reformas audaces que buscan redefinir el tejido social y político del país, bajo el lema de «Nación Primero». Paralelamente, Nueva Delhi navega las complejas aguas de la geopolítica global con una política exterior que prioriza sus propios intereses, un enfoque denominado «autonomía estratégica».
Reformas Internas: Redefiniendo «Bharat»
Un artículo de India Today con fecha del 9 de junio de 2025, destaca varias de las reformas clave impulsadas por Modi, que reflejan su visión de una India fortalecida y unificada :
* Empoderamiento Femenino («Nari Shakti»): En septiembre de 2023, el parlamento indio aprobó la Ley de Reserva para Mujeres, que establece una cuota del 33% de los escaños en la Lok Sabha (cámara baja del parlamento) y en las legislaturas estatales para candidatas femeninas. Modi describió esta ley como un paso crucial para impulsar el «Nari Shakti» (poder de las mujeres) y fomentar un «desarrollo liderado por mujeres». No obstante, la implementación de esta ley ha sido diferida hasta después del proceso de delimitación de circunscripciones parlamentarias de 2026, lo que ha generado críticas de la oposición.
* Abrogación del Artículo 370: En una decisión histórica de agosto de 2019, el gobierno de Modi revocó el Artículo 370 de la Constitución india, que otorgaba un estatus especial a la región de Jammu y Cachemira. Esta medida, ratificada por la Corte Suprema en diciembre de 2023, puso fin a una situación que se prolongaba desde la independencia del país. Modi ha afirmado que «el Artículo 370 se ha ido para siempre» y que «la gente de Jammu y Cachemira y Ladakh es por primera vez libre de forjar su destino en sus propias manos».
* «Nación Primero» como Prisma: El Primer Ministro ha justificado estas decisiones, a menudo controvertidas, bajo el principio de «Nación Primero», indicando que todas sus acciones se toman a través de este único prisma.
* El Constructor: Modi también ha sido destacado como «El Constructor», impulsando proyectos emblemáticos como el nuevo edificio del Parlamento Indio, inaugurado en septiembre de 2023, y el centro de convenciones Bharat Mandapam, sede de la cumbre del G20. La consagración del templo de Ram en Ayodhya es otro hito significativo bajo su mandato.
Estas reformas, si bien buscan consolidar la unidad nacional y empoderar a ciertos sectores, también han generado debate y, en algunos casos, polarización social y política. La estrategia parece combinar un fuerte impulso al desarrollo económico con movimientos que resuenan con su base electoral y la identidad cultural mayoritaria.
Autonomía Estratégica en un Mundo Polarizado
En el frente externo, India ha mantenido una «postura cuidadosamente calibrada» en conflictos globales como la guerra entre Rusia y Ucrania. Nueva Delhi ha enfatizado la necesidad de diálogo y resolución pacífica, absteniéndose de votar en varias resoluciones clave de las Naciones Unidas que condenaban las acciones de Rusia. Esta postura se alinea con su tradicional política de no alineamiento, ahora evolucionada hacia el concepto de «autonomía estratégica».
* Relación con Rusia: A pesar de las presiones occidentales, India ha continuado sus relaciones con Moscú, beneficiándose de importaciones de energía rusa a precios descontados y manteniendo la colaboración en el sector de defensa, crucial para su política «Make in India». El propio Modi transmitió a Putin el mensaje de que «ahora no es una era de guerra».
* Equilibrio de Poderes: Esta estrategia permite a India interactuar con múltiples centros de poder, buscando maximizar sus intereses nacionales sin comprometerse exclusivamente con ningún bloque.
«La gente a menudo me pregunta cómo pude tomar una decisión tan difícil [sobre reformas]. Para mí, no parece difícil ya que tomo todas mis decisiones a través del único prisma de Nación Primero.» – Primer Ministro Narendra Modi.
El Desafío Chino: Una Realidad Multifacética
Una de las mayores pruebas para la diplomacia y la seguridad de India es su compleja y a menudo tensa relación con China.
* Desconfianza Arraigada: Las relaciones sino-indias están marcadas por una «desconfianza mutua arraigada», disputas fronterizas no resueltas y la cuestión sensible del Tíbet. La inminente sucesión del Dalai Lama, quien reside en India y se espera que anuncie detalles en julio de 2025, es un potencial punto de fricción importante.
* Vulnerabilidad Económica: Recientemente, la industria automotriz india, incluyendo a gigantes como Tata y Maruti Suzuki, se ha visto afectada por las restricciones chinas a la exportación de minerales de tierras raras, advirtiendo sobre posibles paradas de producción. Esto ha llevado a India a organizar una delegación de ejecutivos del sector automotor a Pekín.
Este desafío multifacético por parte de China –militar en la frontera, geopolítico en la región y geoeconómico a través de las cadenas de suministro– probablemente refuerza la determinación de India de seguir su camino de autonomía estratégica y buscar alianzas diversificadas (como el Quad con EE.UU., Japón y Australia) para equilibrar la creciente influencia china.
La India de Modi se proyecta así como una nación en plena efervescencia, con una agenda interna transformadora y una política exterior cada vez más asertiva. Su capacidad para gestionar las tensiones internas generadas por sus reformas y navegar los complejos desafíos externos, especialmente la relación con China, determinará si logra consolidarse como un nuevo gigante global en el siglo XXI.
TE PODRÍA INTERESAR