La economía de la India se encamina a su crecimiento más lento desde la pandemia de COVID-19, con una proyección del 6.5% para el año fiscal 2024/2025, a pesar de las expectativas a largo plazo de superar a Japón y Alemania para convertirse en la tercera economía más grande del mundo.
El Producto Interno Bruto (PIB) de la India se proyecta que crecerá un 6.5% en el año fiscal 2024/2025, que finaliza en marzo de 2025. Esta cifra, aunque ligeramente revisada al alza desde una estimación inicial del 6.4%, representa el ritmo de crecimiento más lento para la economía india desde la recesión provocada por la pandemia de COVID-19 en el año fiscal 2021/2022. La desaceleración es notable en comparación con el robusto crecimiento del 9.2% registrado en el año fiscal anterior (2023/2024).
Las principales razones de esta desaceleración incluyen un crecimiento más débil en la formación bruta de capital fijo (6.4% frente al 9% anterior), en los inventarios (4.5% frente al 5.9%), y una moderación en el crecimiento de sectores clave como la manufactura (5.3% frente al 9.9%), el comercio y hoteles (5.8% frente al 6.4%), y los servicios financieros e inmobiliarios (7.3% frente al 8.4%).
Este informe de crecimiento más lento, en contraste con las proyecciones a largo plazo que sitúan a la India como la tercera economía más grande del mundo para 2027, superando a Japón en 2025 y a Alemania en 2027 , crea una paradoja. La desaceleración inmediata, junto con la ambición a largo plazo, pone de manifiesto la tensión entre los objetivos económicos estratégicos a nivel macro de la India y sus desafíos internos a nivel micro. Las razones de la desaceleración, como el débil crecimiento en la formación de capital y en la manufactura y los servicios, sugieren problemas estructurales internos que podrían obstaculizar su rápido ascenso. Esto implica que, si bien el potencial a largo plazo de la India es innegable, su estabilidad económica a corto plazo y la eficacia de sus políticas estarán bajo un intenso escrutinio, lo que podría afectar la inversión extranjera y su capacidad para aprovechar plenamente su creciente influencia geopolítica
La información detallada sobre las causas de la desaceleración, especialmente el crecimiento más débil en la formación bruta de capital fijo y la manufactura, señala áreas donde las intervenciones políticas específicas serán cruciales. Una desaceleración en estos sectores clave puede afectar la creación de empleo y el sentimiento económico general. Esto implica que el gobierno indio probablemente enfrentará una mayor presión para implementar reformas que estimulen la inversión, impulsen la producción industrial y aborden las condiciones de liquidez. Para los inversores internacionales, esta señal económica mixta podría llevar a un enfoque más cauteloso, enfatizando la necesidad de señales políticas claras y reformas estructurales sostenidas para mantener la confianza en la historia de crecimiento de la India.
El gobierno de Nueva Delhi enfrenta el desafío de implementar políticas que no solo aborden la desaceleración actual, sino que también aseguren que el país se mantenga en la senda de sus ambiciosos objetivos económicos a largo plazo. La atención se centrará en cómo la mayor democracia del mundo gestiona estos vientos en contra económicos en su camino hacia una mayor prominencia global.
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