El Gobierno de la India calificó como “atentado terrorista” la explosión ocurrida el 10 de noviembre en Nueva Delhi, donde un vehículo estalló cerca del Fuerte Rojo, una de las zonas más emblemáticas de la capital.
El incidente dejó al menos ocho personas muertas y 15 heridas, según confirmó el ministro de Información, Ashwini Vaishnaw, tras una reunión del gabinete encabezada por el primer ministro, Narendra Modi.
“El país fue testigo de un atroz atentado terrorista perpetrado por fuerzas antinacionales”, declaró Vaishnaw, quien reiteró el compromiso de la India con una política de “tolerancia cero” frente al terrorismo. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría del ataque.
Autoridades buscan a los responsables del ataque
El gobierno indio ordenó una investigación con carácter de máxima prioridad para identificar a los autores, colaboradores y posibles patrocinadores del atentado.
“La situación se sigue monitoreando de cerca al más alto nivel del Gobierno”, aseguró Vaishnaw al leer la resolución oficial.
La explosión en Nueva Delhi marca el atentado más grave en la capital india desde 2011, cuando una bomba en el Alto Tribunal de Delhi dejó varios muertos.
El hecho ocurre además un día antes de que un hombre se inmolara frente a una sede judicial en Islamabad, lo que ha elevado la alerta regional.
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