Apenas 10 días después de regresar a la Casa Blanca, Donald Trump ha retomado su retórica proteccionista con una medida que podría sacudir la economía de América del Norte. Su propuesta de imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas ha generado preocupación tanto en Washington como en la Ciudad de México.
Desde la Oficina Oval, Trump anunció su intención de aplicar estas tarifas con el argumento de frenar el tráfico de fentanilo y la inmigración irregular. “Anunciaremos los aranceles sobre Canadá y México por varias razones. La primera es la gente que llega a nuestro país de manera tan horrible y en tanta cantidad”, declaró el mandatario.
Pero, más allá del discurso político, ¿qué impacto real tendría un arancel de esta magnitud en la economía de ambos países?
México: Un socio clave para la economía estadounidense
México no es solo un vecino, sino también el mayor socio comercial de Estados Unidos. Gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el comercio entre ambos países se ha fortalecido en los últimos años. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 84% de las exportaciones mexicanas tienen como destino EE.UU.
Entre los sectores más afectados por un arancel del 25% estarían:
- Industria automotriz: Gran parte de los vehículos vendidos en EE.UU. incluyen autopartes mexicanas. Un aumento en costos de importación afectaría a ensambladoras y consumidores.
- Agricultura y alimentos: Productos como aguacates, jitomates y tequila podrían encarecerse para los estadounidenses.
- Manufactura y maquinaria: México es un importante proveedor de insumos industriales. Un aumento en costos afectaría a la producción en EE.UU.
Impacto en la economía: Inflación, desempleo y menor crecimiento
La calificadora Moody’s advierte que estas tarifas podrían provocar un aumento en la inflación, un menor ritmo de remesas y una desaceleración en el crecimiento económico.
Principales efectos esperados:
- Aumento de precios en EE.UU.
Las empresas estadounidenses que dependen de insumos mexicanos enfrentarían mayores costos de producción, lo que inevitablemente se reflejaría en precios más altos para los consumidores. - Pérdida de empleos en ambos países
El director operativo de la Industria de la Exportación (Index), Genaro Becerra, advierte que la reducción de exportaciones mexicanas podría afectar cientos de miles de empleos en sectores como manufactura y logística. - Impacto en las remesas
Con un menor crecimiento en México, las remesas enviadas por migrantes desde EE.UU. podrían reducirse, afectando la economía de millones de familias.
A pesar de estos riesgos, algunos expertos creen que México puede resistir el golpe. Carlos Capistrán, economista en jefe de Bank of America para América Latina, señala que la fortaleza del peso y la flexibilidad del mercado mexicano podrían mitigar parte del impacto.
¿Puede Trump aplicar este arancel sin afectar el T-MEC?
El T-MEC establece mecanismos que podrían frenar la aplicación unilateral de tarifas comerciales. De hecho, México podría impugnar los aranceles ante tribunales internacionales o tomar represalias con impuestos a productos estadounidenses.
Expertos en comercio internacional advierten que una guerra comercial entre ambos países no solo perjudicaría a México, sino que también golpearía a sectores clave en EE.UU., como la industria agrícola y automotriz.
La presión política dentro del Congreso estadounidense también podría ser un obstáculo. Legisladores de estados altamente dependientes del comercio con México, como Texas y California, han expresado su preocupación por las consecuencias de estas medidas.
Posibles represalias de México ante los aranceles
El gobierno mexicano, encabezado por la Secretaría de Economía, ha asegurado que está preparado para cualquier escenario.
Entre las posibles respuestas de México se encuentran:
- Imposición de aranceles a productos estadounidenses como carne, maíz y lácteos, golpeando a agricultores en estados clave para Trump.
- Reducción de cooperación en temas migratorios, lo que podría aumentar la presión en la frontera sur de EE.UU.
- Diversificación de mercados, fortaleciendo relaciones comerciales con Europa y Asia para reducir la dependencia del mercado estadounidense.
Aunque la incertidumbre reina, el consenso entre economistas es claro: cualquier escalada en las tensiones comerciales perjudicará a ambas economías.
Un desafío para la estabilidad económica
El posible arancel del 25% a las importaciones mexicanas es más que un debate político. Se trata de una medida que, de aplicarse, podría generar aumento de precios, disrupciones en la cadena de suministro y afectaciones al empleo en ambos países.
México y Estados Unidos han construido una relación comercial sólida basada en el T-MEC. Alterar esta dinámica con medidas proteccionistas podría traer más problemas que soluciones, afectando no solo a las empresas, sino a los consumidores que verían precios más altos en productos esenciales.
El 1 de febrero se acerca y con él la incertidumbre sobre el futuro del comercio entre ambos países. Mientras tanto, tanto en Washington como en Ciudad de México, empresarios, trabajadores y consumidores esperan ansiosos una resolución que evite un nuevo conflicto comercial.
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