El líder norcoreano, Kim Jong Un, ha emitido una escalofriante directiva a su ejército para que se prepare para una «guerra real». Esta amenaza, una constante en la retórica de Pyongyang, cobra ahora un nuevo y peligroso significado a la luz de la participación activa y sangrienta de sus tropas y armas en el conflicto de Ucrania.
La Orden de Pyongyang: «Destruir al Enemigo en Cada Batalla»
Mientras supervisaba un ejercicio de artillería, Kim Jong Un instó a sus fuerzas armadas a estar listas «para una guerra real» en «cualquier momento» y a ser capaces de «destruir al enemigo en cada batalla». Las imágenes de la televisión estatal mostraron a Kim observando con binoculares mientras sus unidades de artillería disparaban proyectiles hacia el mar, en una demostración de fuerza calculada.
Aunque este tipo de declaraciones son habituales en el régimen, el contexto actual las hace especialmente alarmantes para sus vecinos, Corea del Sur y Japón, y para las fuerzas estadounidenses en la región. La diferencia clave es que la «guerra real» ya no es un concepto abstracto para el ejército norcoreano.
El Vínculo Sangriento con Ucrania: Soldados y Armas en el Frente Ruso
La retórica bélica de Kim está directamente conectada con el apoyo masivo que Pyongyang ha proporcionado a Rusia en su invasión de Ucrania. Según agencias de inteligencia occidentales y surcoreanas, Corea del Norte se ha convertido en un arsenal crucial para Moscú.
- Tropas en el terreno: Se informa que más de 10,000 soldados norcoreanos fueron enviados a la región de Kursk en Rusia para apoyar el esfuerzo bélico.
- Armamento masivo: Pyongyang ha suministrado a Rusia enormes cantidades de proyectiles de artillería, misiles balísticos de corto alcance como el KN-23 y sistemas de cohetes de largo alcance.
- Bajas en combate: La participación ha tenido un alto costo. Funcionarios de Seúl han informado que aproximadamente 600 soldados norcoreanos han muerto en combate en Ucrania y miles más han resultado heridos.
«Unos 600 soldados norcoreanos han perdido la vida y varios otros han resultado heridos.» – Declaración de funcionarios de Seúl.
De la Teoría a la Práctica: Un Ejército Curtido en Combate Real
La guerra en Ucrania se ha convertido en un campo de pruebas en vivo para el ejército y el armamento norcoreano. Por primera vez en décadas, sus soldados están acumulando experiencia de combate real, y sus armas están siendo probadas contra equipos y tácticas modernas, muchas de ellas suministradas por la OTAN. Se ha informado que misiles norcoreanos KN-23, diseñados para atacar objetivos en Corea del Sur, han sido utilizados para bombardear ciudades ucranianas como Kiev.
Esto transforma fundamentalmente la naturaleza de la amenaza norcoreana. Cuando Kim Jong Un habla de «guerra real», ya no es propaganda vacía. Es una directiva para que su ejército internalice y aplique las lecciones aprendidas en un conflicto moderno y brutal. La amenaza para Seúl y Tokio ha pasado de ser teórica y basada en desfiles militares a ser práctica y fundamentada en una experiencia de combate que, aunque costosa, hace que su ejército sea objetivamente más peligroso y letal.
La Alianza con Putin: Un Pacto de Defensa que Alarma a Occidente
Esta nueva capacidad militar se ve reforzada por una alianza cada vez más profunda con Rusia. El año pasado, Kim Jong Un y Vladimir Putin firmaron un pacto de defensa mutua que incluye una cláusula de asistencia militar en caso de agresión. A cambio de las armas y soldados, se cree que Moscú está transfiriendo tecnología militar avanzada a Pyongyang, ayudando a mejorar la precisión y capacidad de su arsenal de misiles. Esta convergencia de intereses entre dos estados parias fuertemente sancionados está creando un nuevo y volátil eje de poder que redefine los cálculos de seguridad en Asia y más allá.
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