El reciente decomiso de 844 kilos de metanfetamina en Chile ha sacudido los cimientos del narcotráfico en Sudamérica. La Operación Cristales del Pacífico, liderada por la OS7 de Carabineros, ha sido calificada como un hito histórico en la lucha contra las drogas en el país.
Sin embargo, el descubrimiento de un narcotaller completamente equipado y la detención de dos ciudadanos mexicanos vinculados al caso han despertado interrogantes sobre la posible presencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región.
Origen del cargamento: México y las rutas hacia el sur
Según el fiscal Juan Castro Bekios, el cargamento de metanfetamina salió del Puerto de Manzanillo, México, y tenía como destino el puerto chileno de Valparaíso. Las autoridades han descartado, por ahora, que el CJNG esté instalado en Chile, pero reconocen que este decomiso podría formar parte de un intento por explorar nuevas rutas de tráfico hacia Europa y Oceanía.
Carolina Tohá, ministra del Interior y Seguridad Pública, destacó la importancia de este golpe:
“Con esta operación se echó abajo un negocio que buscaba abrir nuevas rutas para el narcotráfico desde Chile. Es la incautación más grande de nuestra historia”.
¿Presencia del CJNG en Chile? Un debate en curso
A pesar de las declaraciones recientes, las dudas sobre la influencia del CJNG en Chile no son nuevas. En 2022, el subsecretario del Interior chileno, Manuel Monsalve, aseguró que tanto el CJNG como el Cártel de Sinaloa ya ejercían influencia significativa en el país.
Por su parte, el Fiscal Nacional Jorge Abbott señaló que Chile había dejado de ser solo un lugar de tránsito de drogas, convirtiéndose en un territorio atractivo para los cárteles mexicanos que buscan instalarse y aprovechar su ubicación estratégica.
¿Por qué Chile interesa a los cárteles mexicanos?
Chile se ha convertido en un punto clave por su infraestructura portuaria, que facilita el acceso a mercados internacionales, y por la percepción de que tiene menores niveles de violencia en comparación con otros países sudamericanos. Sin embargo, este operativo demuestra que las autoridades chilenas están preparadas para enfrentar estas amenazas.
Las consecuencias políticas y sociales del decomiso
El histórico decomiso ha generado reacciones en el ámbito político. Legisladoras como María Luisa Cordeno y Carla Morales han exigido a las autoridades que transparenten toda la información sobre la operación y fortalezcan las estrategias contra el narcotráfico.
“Chile no puede ser un refugio para cárteles internacionales. La magnitud de este operativo refleja la gravedad del problema”, señalaron.
El mensaje es claro: Chile no permitirá que organizaciones como el CJNG se asienten en su territorio, pero la presión sobre las autoridades para garantizar la seguridad ciudadana sigue en aumento.
Un panorama regional: Sudamérica en la mira del narcotráfico
La creciente presencia de los cárteles mexicanos en Sudamérica responde a una estrategia de diversificación. Países como Colombia, Perú y ahora Chile son vistos como nuevos puntos de operación para la producción y exportación de drogas.
Con la incautación de los 844 kilos de metanfetamina, Chile envía un mensaje contundente a los grupos criminales internacionales: no será un terreno fértil para sus operaciones. Sin embargo, queda por ver si las autoridades lograrán mantener este nivel de eficacia en futuros intentos de infiltración.
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