Cifras verificadas confirman una catástrofe humanitaria en Gaza. Al menos 10 personas más murieron de hambre en 24 horas. Descubre por qué importa.
La crisis humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado un punto crítico documentado: al menos 10 personas, incluidos niños, murieron por desnutrición y hambruna en las últimas 24 horas, elevando la cifra total de víctimas por esta causa a más de 110.
La Franja de Gaza se enfrenta a una catástrofe humanitaria de proporciones devastadoras, donde el hambre se ha convertido en un arma de guerra tan letal como los bombardeos. Cifras oficiales del Ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, confirman que la cifra de muertos por inanición y desnutrición ha superado las 110 personas, de las cuales al menos 80 eran niños. Este número, que aumenta a diario, expone una realidad que trasciende el conflicto armado y se adentra en el terreno de una hambruna masiva documentada.
La escalada del hambre: Una tragedia diaria
El goteo de muertes por hambre es constante y se suma a la ya abrumadora cifra de víctimas del conflicto. En las últimas 24 horas, mientras 10 personas sucumbían a la desnutrición, la ofensiva israelí se cobraba la vida de al menos 113 personas más, elevando el total de fallecidos desde el 7 de octubre a más de 59,219.
Esta dualidad de fatalidades —por violencia directa y por privación— ha llevado a que la narrativa internacional comience a cambiar. Ya no se habla únicamente de un conflicto bélico, sino de una catástrofe humanitaria deliberada, donde la falta de acceso a alimentos y agua potable se ha convertido en una sentencia de muerte para los más vulnerables. La situación es tan grave que la muerte de una periodista embarazada y su familia en un reciente bombardeo en Ciudad de Gaza es solo uno de los muchos rostros de una tragedia que no cesa.
«Una hambruna masiva»: El grito de alerta mundial
La comunidad internacional ha comenzado a reaccionar con una contundencia sin precedentes. Más de 100 organizaciones no gubernamentales, entre las que se encuentran gigantes humanitarios como Médicos Sin Fronteras (MSF), Save the Children y Oxfam, han emitido un comunicado conjunto exigiendo un alto el fuego inmediato y permanente. Su advertencia es tajante: la Franja de Gaza «se está consumiendo» por la falta de comida, y sus propios colegas y las personas a las que sirven «están muriendo lentamente».
«Nuestros colegas y aquellos a quienes servimos están muriendo lentamente. Cada día que pasa sin un alto el fuego, más personas, especialmente niños, sucumben a la desnutrición severa y a enfermedades prevenibles.» – Comunicado conjunto de más de 100 ONGs.
Este llamado unificado subraya la autoridad y la fiabilidad de las denuncias. No se trata de propaganda, como han sugerido algunas fuentes israelíes, sino del testimonio directo de quienes están en el terreno intentando, con recursos cada vez más escasos, salvar vidas.
El costo humano del bloqueo y los ataques
La tragedia se agrava en los puntos de distribución de ayuda, que se han convertido en trampas mortales. Testigos presenciales y fuentes locales citadas por medios como Haaretz han reportado que las tropas israelíes han disparado contra multitudes de palestinos desesperados que aguardaban la llegada de alimentos, causando cientos de muertos y miles de heridos en estos incidentes.
Estos ataques contra civiles que buscan subsistir representan una de las facetas más crueles del conflicto. Mientras la diplomacia avanza con lentitud, con enviados de Estados Unidos viajando a Europa para abordar un posible alto el fuego, la realidad en el terreno es que cada hora cuenta. La falta de una acción internacional decisiva permite que la hambruna continúe su avance, consolidándose como una crisis que definirá moralmente a nuestra época.
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