Una fuerte explosión en un distribuidor de gas y carburante en el barrio del Prenestino, en Roma, ha causado al menos 21 heridos y ha generado una enorme columna de humo visible desde gran parte de la capital italiana, desatando el pánico en la zona.
El suceso ocurrió el pasado 4 de julio sobre las 8:18 horas en la Via dei Gordiani, en el barrio del Prenestino, una zona densamente poblada del sureste de la capital.
Un «boato» (fuerte estruendo) sacudió la ciudad, seguido de una enorme columna de humo negro que se elevó decenas de metros, visible desde múltiples puntos de Roma y generando una oleada de pánico y llamadas a los servicios de emergencia.
La escena del caos: Heridos y daños materiales
Inmediatamente después de la explosión, un gran dispositivo de bomberos (Vigili del Fuoco), policía y ambulancias se desplazó al lugar. Según las primeras informaciones, el balance es de 21 heridos, la mayoría por quemaduras o por el impacto de los escombros proyectados por la onda expansiva. Las autoridades han advertido que el número de afectados podría aumentar a medida que avanzan las labores de inspección.
Las primeras hipótesis apuntan a que el incidente pudo originarse por el desprendimiento de una bomba de una cisterna que estaba reabasteciendo el depósito del surtidor de gas GPL, aunque este extremo todavía está bajo investigación.
La explosión ha causado importantes daños materiales no solo en la estación de servicio, sino también en los edificios y vehículos cercanos.
Una tragedia evitada por poco
La conmoción en el barrio es máxima, especialmente al conocerse que la explosión se produjo en las inmediaciones de un asilo nido, un centro deportivo con piscina y un campamento de verano, que en ese momento se encontraban concurridos.
«Poteva essere una strage. Di fronte c’è una piscina e un campo estivo.» (Podría haber sido una masacre. Enfrente hay una piscina y un campamento de verano.) – Comentario de un testigo en redes sociales.
Este hecho ha desatado un debate inmediato sobre la seguridad de este tipo de instalaciones en zonas urbanas. Un trabajador de una gasolinera comentaba en redes sociales: «Los surtidores deben ser retirados de la ciudad. Deben construirse en las periferias donde, en caso de explosión, el daño sería contenido».
Todos los hospitales de la ciudad han sido puestos en alerta para recibir a los heridos, siguiendo los protocolos para emergencias de esta magnitud. Mientras los bomberos continúan asegurando la zona para evitar nuevas deflagraciones, la fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer las causas exactas del siniestro y depurar posibles responsabilidades.


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