El viernes pasado, las autoridades peruanas trasladaron al ex presidente Martín Vizcarra a la prisión Ancón II, una cárcel común que alberga delincuentes y presos extranjeros. Este hecho marca un precedente histórico: es la primera vez en la historia reciente de Perú que un exmandatario deja una prisión destinada a expresidentes para ser recluido en un penal común.
Vizcarra, que gobernó Perú entre 2018 y 2020, estaba desde el 13 de agosto en una cárcel especial junto a otros expresidentes como Alejandro Toledo, Ollanta Humala y Pedro Castillo. La decisión generó sorpresa y cuestionamientos sobre la motivación política detrás del traslado.
Vizcarra denuncia vejámenes y decisiones políticas
El exmandatario declaró a la radio RPP que la decisión obedeció a “una decisión política de otro nivel”, vinculando la acción al Ministerio de Justicia bajo la presidencia de Dina Boluarte. Vizcarra aseguró sentirse indignado por lo que considera abusos y violaciones a sus derechos humanos.
El INPE, organismo encargado de las cárceles, no dio explicación oficial sobre el cambio, aunque funcionarios penitenciarios confirmaron que se trató de una decisión administrativa.
Juicio por corrupción en curso
Vizcarra enfrenta un proceso judicial por presuntos sobornos de 611 mil dólares recibidos en 2014 mientras era gobernador regional de Moquegua. Según la Fiscalía, estos pagos habrían favorecido a empresas constructoras en licitaciones públicas. La solicitud de condena alcanza los 15 años de cárcel por cohecho.
El proceso se inició en 2024 y se vincula directamente a la destitución de Vizcarra en 2020, cuando el Parlamento peruano lo removió por “incapacidad moral permanente”.
Otros expresidentes peruanos en prisión
Vizcarra se suma a un grupo de exmandatarios presos por corrupción:
- Pedro Castillo cumple tres años de prisión preventiva.
- Alejandro Toledo, extraditado de EE. UU., fue sentenciado a 20 años por corrupción con Odebrecht.
- Ollanta Humala cumple 15 años por lavado de dinero de Odebrecht.
A pesar de las inhabilitaciones, Vizcarra sigue siendo un político influyente, liderando encuestas para los comicios presidenciales de 2026 y solicitando medidas cautelares ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El traslado de Martín Vizcarra a Ancón II marca un hito en la política peruana, reflejando la tensión entre el poder judicial, el ejecutivo y los derechos de los expresidentes. Mientras continúa su juicio por presunta corrupción, el caso abre debates sobre transparencia, justicia y política en Perú, situando a Vizcarra como figura central en el escenario político hacia 2026.


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