Un terremoto de magnitud 8.8 sacudió la costa del extremo oriente de Rusia este miércoles, desatando un tsunami con olas de hasta cuatro metros de altura y provocando evacuaciones en distintos puntos del Pacífico, desde Estados Unidos hasta Sudamérica.
El sismo, que ocurrió en la península de Kamchatka a las 23:00 hora local, fue clasificado por el Servicio Meteorológico de Estados Unidos como uno de los 10 más potentes desde que hay registros. Las olas ingresaron hasta 400 metros tierra adentro, alcanzando incluso un monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con autoridades rusas.
Aunque no se reportaron víctimas fatales en Rusia, más de 2 mil personas fueron evacuadas. La alerta de tsunami fue levantada más de 11 horas después del evento.
Japón, Hawái y América Latina también en alerta
La Agencia Meteorológica de Japón activó la evacuación de casi dos millones de personas. En una trágica consecuencia, una mujer perdió la vida al caer con su vehículo por un acantilado mientras huía de una zona bajo alerta. Los trabajadores de la planta nuclear de Fukushima fueron evacuados por precaución.
En Hawái, todos los vuelos en la isla de Maui fueron suspendidos temporalmente. La alerta fue levantada horas más tarde, sin mayores afectaciones.
América Latina también activó sus protocolos de emergencia. Chile evacuó la Isla de Pascua, mientras esperaba la llegada del oleaje a Arica pasada las 14:00 hora local. El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, confirmó la continuidad de la alerta en gran parte del país.
México, Perú, Ecuador y Centroamérica implementan medidas
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum informó que se emitió una alerta preventiva, pero sin consecuencias graves: “No hay ningún daño”, aseguró.
En Ecuador, las autoridades ordenaron el desalojo de playas y zonas bajas en las islas Galápagos. Residentes reportaron que se activaron sirenas y sistemas de alerta durante la noche.
En Perú se cerraron 65 de los 121 puertos, y se estimó que las olas podrían alcanzar hasta 2.31 metros de altura. En Centroamérica, países como Guatemala, Costa Rica, El Salvador y Panamá recomendaron a la población alejarse del mar y suspender actividades acuáticas.
La península de Kamchatka, ubicada en una de las zonas sísmicas más activas del planeta, volvió a ser epicentro de una amenaza global que reactivó las alarmas del cinturón de fuego del Pacífico.
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