El Caribe vuelve a ser escenario de tensiones militares. Este martes, el secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que el ejército de Estados Unidos llevó a cabo un “ataque letal” contra un barco cargado de drogas que zarpó desde Venezuela, al que calificó como parte de una organización narcoterrorista.
Rubio precisó que la operación se desarrolló en el sur del Caribe y que la embarcación fue neutralizada por fuerzas militares estadounidenses. Horas antes, el presidente Donald Trump adelantó en una conferencia de prensa que sus tropas habían “disparado a un barco lleno de drogas”, sin dar mayores detalles.
Marco Rubio y Trump confirman la operación
En la red social X, Marco Rubio aseguró que el ataque fue exitoso y se trató de un paso más en la lucha contra los cárteles del narcotráfico. Trump, por su parte, destacó que Estados Unidos “literalmente destruyó un barco que transportaba mucha droga” y advirtió que vendrán más acciones de este tipo.
Venezuela denuncia amenaza militar
Mientras tanto, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó a Washington de convertir la región en un “escenario de guerra”, denunciando la presencia de ocho barcos estadounidenses con mil 200 misiles apuntando hacia Venezuela, además de un submarino nuclear desplegado en aguas del Caribe.
El “Cártel de los Soles” bajo la lupa
Estados Unidos mantiene acusaciones contra Maduro, a quien señala de ser el líder de una organización criminal conocida como el “Cártel de los Soles”, la cual Caracas insiste en que es una invención. Washington incluso aumentó la recompensa por información que conduzca a su captura a 50 millones de dólares, intensificando la presión diplomática y militar.
Una escalada con repercusiones internacionales
El ataque contra el barco venezolano no es un hecho aislado, sino parte de un despliegue más amplio que involucra más de 4 mil militares estadounidenses, 2 mil marines, ocho barcos de guerra y un submarino nuclear en la región. Esta estrategia, según la Casa Blanca, busca desmantelar las rutas de drogas en el Caribe y debilitar a los cárteles vinculados a Venezuela.
El episodio incrementa la tensión entre Caracas y Washington y coloca al Caribe como un punto crítico en la lucha internacional contra el narcotráfico.
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