La crisis diplomática entre Estados Unidos y Venezuela alcanzó un nuevo nivel de tensión esta semana, luego de que el presidente Nicolás Maduro denunciara públicamente que Washington amenaza a su país con el despliegue de un submarino nuclear en aguas del Caribe, lo que, según él, constituiría una violación del Tratado de Tlatelolco, que proscribe las armas nucleares en América Latina y el Caribe.
La acusación llega en un contexto de creciente presión militar en la región y refuerza la narrativa del gobierno venezolano sobre un supuesto cerco internacional contra Caracas.
La denuncia de Maduro: “Un hecho sin precedentes”
Durante una transmisión en Venezolana de Televisión, Maduro afirmó que nunca antes un país latinoamericano había sido amenazado con armamento nuclear de esta magnitud.
“Sobre todo ahora, después de que Venezuela ha sido amenazada con un submarino nuclear, se ha violado el Tratado de Tlatelolco que prohíbe la movilización, utilización y fabricación de armas nucleares en América Latina y el Caribe”, declaró el mandatario.
Maduro aseguró que su gobierno recibe “una impactante solidaridad mundial” frente a lo que considera una agresión directa de Washington. Además, insistió en que “a Venezuela no la va a parar nadie”, destacando los avances económicos y sociales que, según él, se han consolidado pese a las sanciones internacionales.
Presencia militar estadounidense en el Caribe
Las denuncias de Caracas se producen después de que el gobierno venezolano alertara sobre el envío de varias unidades de guerra estadounidenses hacia aguas caribeñas. Entre ellas se encuentran el USS Lake Erie, un crucero lanzamisiles, y el USS Newport News, un submarino nuclear de ataque rápido.
De acuerdo con fuentes internacionales citadas por Venezuela, la llegada de estos buques estaría programada para principios de la próxima semana, lo que aumenta la tensión sobre la seguridad marítima en la región.
Washington, por su parte, no ha confirmado de manera oficial el despliegue del submarino nuclear, aunque la presencia de buques de guerra estadounidenses en aguas del Caribe no es nueva, dado el rol estratégico de la zona para el Pentágono.
El Tratado de Tlatelolco y su importancia regional
El Tratado de Tlatelolco, firmado en 1967, establece a América Latina y el Caribe como una zona libre de armas nucleares, siendo uno de los primeros acuerdos multilaterales de este tipo en el mundo.
La denuncia de Maduro apunta a que la movilización de un submarino nuclear estadounidense en la región sería una clara violación de este tratado. Sin embargo, expertos señalan que el documento prohíbe la instalación, fabricación y uso de armas nucleares en el territorio de los Estados firmantes, pero no siempre es explícito en cuanto al tránsito de buques extranjeros con armamento nuclear.
Esta ambigüedad ha sido motivo de debate en el pasado, particularmente con la presencia de submarinos nucleares estadounidenses y británicos en el Atlántico Sur y el Caribe.
Reacciones internacionales y solidaridad con Caracas
Tras las declaraciones de Maduro, varios gobiernos afines a Venezuela expresaron su respaldo y preocupación por el posible despliegue militar estadounidense. Cuba, Nicaragua y Bolivia manifestaron su solidaridad, advirtiendo que este tipo de acciones ponen en riesgo la estabilidad de toda la región.
Organismos regionales como la CELAC y la ALBA-TCP también podrían pronunciarse en los próximos días, ya que históricamente han defendido el carácter de América Latina como “zona de paz”, un principio adoptado en la Cumbre de La Habana en 2014.
Contexto geopolítico: petróleo, sanciones y rivalidad estratégica
La confrontación entre Washington y Caracas no se limita al ámbito militar. Desde hace más de una década, Venezuela enfrenta sanciones económicas y financieras impuestas por Estados Unidos, que buscan presionar al gobierno de Maduro para que impulse una transición democrática.
Al mismo tiempo, el país sudamericano mantiene estrechas alianzas con potencias como Rusia, China e Irán, lo que ha convertido a Venezuela en un punto de fricción dentro de la competencia geopolítica global.
En este contexto, el eventual despliegue de un submarino nuclear en el Caribe podría interpretarse como un mensaje estratégico de Washington para contrarrestar la influencia de estos aliados en la región.
Riesgos y escenarios futuros
Expertos en seguridad regional advierten que el incremento de presencia militar estadounidense cerca de las costas venezolanas podría generar incidentes no deseados. Aunque no existe un escenario de confrontación abierta, la narrativa de amenaza nuclear eleva la tensión diplomática y alimenta la retórica de confrontación.
Por otro lado, el gobierno venezolano podría aprovechar este episodio para reforzar su discurso interno, movilizar apoyo popular y consolidar alianzas con países que rechazan la política exterior estadounidense.
Un episodio que eleva la tensión en el Caribe
La acusación de Maduro sobre la amenaza de un submarino nuclear estadounidense en el Caribe refleja la complejidad de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos, marcadas por sanciones, rivalidad ideológica y disputas por la seguridad regional.
Aunque aún no está claro si el despliegue militar estadounidense constituye una violación formal al Tratado de Tlatelolco, el episodio ya ha encendido alarmas en América Latina y podría convertirse en un nuevo punto de fricción diplomática en el hemisferio occidental.
Lo que está en juego no solo es la soberanía de Venezuela, sino también el principio de una región libre de armas nucleares, un ideal que ha sido bandera histórica de América Latina.


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