El reloj marca dos semanas exactas desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca y, en este corto período, ha provocado más turbulencia política que muchos presidentes en años completos de mandato. Sus primeras decisiones han desatado incertidumbre económica, crisis diplomáticas y desafíos internos en Estados Unidos.
Entre los temas más controvertidos de su administración en estos 14 días destacan la imposición de aranceles del 25% a México y Canadá, la tensión con China, el endurecimiento de las políticas migratorias y la revisión acelerada del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
A continuación, un análisis detallado del impacto de las primeras acciones de Trump en su regreso a la Casa Blanca.
Guerra comercial con México y Canadá: el regreso de los aranceles
El 1 de febrero, Donald Trump firmó una orden ejecutiva imponiendo aranceles del 25% a las exportaciones mexicanas y canadienses. La decisión, que desató pánico en los mercados, fue justificada como una medida de «protección de la economía estadounidense» y parte de su estrategia de presión para frenar la migración ilegal y el tráfico de fentanilo.
Sin embargo, la reacción inmediata de México y Canadá no se hizo esperar. Claudia Sheinbaum, en una llamada de emergencia con Trump, logró negociar una tregua de un mes para los aranceles a México a cambio del despliegue de 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte.
A pesar de esto, la incertidumbre persiste. La economía mexicana depende fuertemente del comercio con EE.UU., y sectores clave como la agroindustria y la manufactura se preparan para posibles efectos adversos. Mientras tanto, empresas estadounidenses que dependen de insumos mexicanos han comenzado a presionar a la Casa Blanca para revertir la medida, advirtiendo sobre un posible aumento en los costos de producción.
El endurecimiento de la política migratoria
Uno de los pilares de la campaña de Trump fue el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. En su día 14 en el poder, el presidente ha avanzado en la reinstalación de políticas como “Remain in Mexico”, obligando a los solicitantes de asilo a esperar su proceso migratorio en territorio mexicano.
La administración Trump también ha incrementado las deportaciones y anunciado nuevas restricciones para el ingreso de trabajadores temporales, lo que ha generado preocupaciones en sectores agrícolas y de la construcción en EE.UU., donde la mano de obra migrante es esencial.
México, por su parte, enfrenta un dilema: cumplir con las exigencias de Trump sin convertir su territorio en un limbo migratorio. Claudia Sheinbaum ha insistido en que la solución debe basarse en la cooperación y el desarrollo regional, pero la Casa Blanca parece enfocada en una estrategia de «mano dura».
Revisión anticipada del T-MEC: ¿se avecina una renegociación?
El acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá estaba programado para ser revisado en 2026, pero la crisis provocada por los aranceles ha adelantado las conversaciones.
El gobierno de Trump ha dejado claro que buscará nuevas condiciones en el T-MEC, argumentando que el tratado actual favorece a México y Canadá a expensas de la industria estadounidense. Analistas prevén que la revisión incluirá:
- Nuevas reglas de origen para manufacturas y automóviles.
- Mayores restricciones en exportaciones agrícolas.
- Condiciones laborales más estrictas para productos importados a EE.UU.
- Revisión de incentivos para nearshoring y relocalización de empresas.
Sheinbaum ha manifestado que México está abierto al diálogo, pero ha enfatizado la necesidad de que la negociación beneficie a las tres partes.
La política exterior de Trump: choque con China y la OTAN
Más allá de Norteamérica, Trump ha dado señales de que su política exterior volverá a estar marcada por el nacionalismo económico y la confrontación con China. En estos 14 días, su administración ha amenazado con nuevas tarifas a productos chinos, lo que ha llevado a Pekín a tomar represalias con restricciones a las importaciones de tecnología estadounidense.
Otro punto de tensión es la relación con Europa. Trump ha reavivado sus críticas a la OTAN, exigiendo que los aliados europeos aumenten su gasto en defensa. La incertidumbre ha generado preocupación en Bruselas, donde líderes europeos temen un debilitamiento de la alianza en un contexto de creciente conflicto global.
Estados Unidos en crisis interna: protestas y conflictos políticos
La llegada de Trump al poder ha polarizado aún más a la sociedad estadounidense. En estas dos semanas, ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Chicago han sido escenario de manifestaciones masivas en contra de sus políticas.
El Congreso, dominado por los republicanos, ha enfrentado divisiones internas sobre la política fiscal y la reforma migratoria. Mientras algunos legisladores apoyan la agenda de Trump, otros temen que las tensiones comerciales afecten a la economía estadounidense.
A nivel judicial, la administración ha impulsado reformas en el Tribunal Supremo, buscando ampliar su influencia en decisiones clave. Este movimiento ha sido criticado por la oposición demócrata, que advierte sobre una erosión de la independencia judicial.
¿Qué sigue para Trump y el mundo?
A 14 días de haber asumido el cargo, Donald Trump ha demostrado que su regreso a la Casa Blanca no será un periodo de estabilidad, sino de confrontación.
Los próximos meses serán clave para determinar si su estrategia de presión comercial y migratoria logrará sus objetivos o si terminará por afectar a la economía estadounidense y generar un mayor aislamiento internacional.
Para México, el reto es enorme. La administración Sheinbaum deberá encontrar un equilibrio entre defender los intereses nacionales y evitar una ruptura con su mayor socio comercial.
El mundo observa con atención. Lo único seguro es que la era Trump 2.0 apenas comienza, y su impacto será decisivo en la geopolítica global.
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