La mañana era fría en París, pero Emmanuel Macron encendía las pantallas de la reunión virtual con una sola idea en mente: Ucrania no puede quedar sola. Frente a él, Keir Starmer, nuevo primer ministro británico, coincidía:
“Ha llegado el momento de convertir la unidad en acciones concretas”.
Ese mismo día, tras la cumbre en Washington con Donald Trump y Volodímir Zelensky, la Coalición de Voluntarios aliados de Ucrania celebraba un encuentro decisivo para diseñar el plan de seguridad que marcará los próximos meses.
El rol de Estados Unidos y Europa
Desde Downing Street se confirmó que los equipos de planificación europeos trabajarán junto a sus colegas de Estados Unidos para estructurar garantías sólidas de seguridad.
El objetivo: preparar un posible despliegue de fuerza pacificadora en cuanto se logre un alto el fuego. Según fuentes diplomáticas, se organizarán reuniones técnicas en los próximos días para avanzar en la logística y el marco político de esta cooperación.
Macron y la visión de un ejército ucraniano robusto
El presidente francés fue contundente: “Ucrania debe disponer de un ejército fuerte, con cientos de miles de efectivos y sin restricciones en equipamiento militar”.
Macron subrayó la necesidad de una fuerza de reaseguro por tierra, mar y aire, compuesta por aliados dispuestos a responder ante cualquier amenaza futura de Rusia. Una estrategia pensada no solo como defensa, sino también como mensaje de unidad occidental frente a Putin.
Starmer y la apuesta por la paz duradera
Para el primer ministro británico, el reto va más allá de lo militar. Starmer insistió en que el verdadero objetivo es garantizar una paz justa y sostenible. Por eso llamó a compromisos firmes de todos los aliados, sin ambigüedades.
El Reino Unido ya anunció que el almirante Tony Radakin, jefe del Estado Mayor de la Defensa, viajará a Washington para sumarse a los equipos de trabajo técnico.
La presión sobre Putin: sanciones y diplomacia
El canciller alemán Friedrich Merz y el primer ministro polaco Donald Tusk coincidieron en que es indispensable aumentar la presión sobre Vladímir Putin. Las propuestas incluyen extender las sanciones económicas y diplomáticas como instrumento para obligar al Kremlin a aceptar una salida negociada.
En paralelo, los líderes europeos también estudian la posibilidad de un encuentro directo entre Zelensky y Putin que desbloquee un proceso de negociación realista.
La Unión Europea, atenta y expectante
Tras la cumbre, Macron informó a los jefes de Estado de la Unión Europea mediante una videollamada coordinada por António Costa, presidente del Consejo Europeo. La mayoría de los líderes no estuvo en Washington, pero el mensaje fue claro: Europa quiere y debe ser parte activa en el diseño del plan de seguridad para Ucrania.
Un frente unido frente a Putin
La conclusión de la reunión fue contundente: la Coalición de Voluntarios y Estados Unidos avanzarán juntos en la definición de garantías de seguridad para Ucrania. Se trata de un movimiento estratégico que busca no solo frenar las aspiraciones militares de Putin, sino también reafirmar la unidad de Occidente en defensa de un orden internacional estable.


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