Las tensiones entre China, Estados Unidos y Taiwán se intensifican tras la aprobación por el Senado estadounidense de una ley que refuerza la cooperación militar con la isla. Beijing advirtió que este respaldo constituye un “juego de azar muy peligroso” que podría implicar un alto costo para Washington y afectar la soberanía, seguridad y desarrollo de China, además de poner en riesgo la estabilidad global.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Zhang Xiaogang, enfatizó que la cuestión de Taiwán es una línea roja en las relaciones bilaterales y que la isla forma parte de la política interna china. La advertencia llega en respuesta directa a la Ley de Autorización de Defensa Nacional estadounidense, que contempla iniciativas de cooperación en seguridad con Taiwán.
Taiwán refuerza su defensa frente a la presión militar china
En respuesta a las tensiones, el presidente taiwanés, Lai Ching-te, anunció la aceleración del plan “Taiwan Shield” o T-Dome, un sistema de defensa aérea diseñado para contrarrestar la amenaza china. Además, Lai proyecta aumentar el gasto en defensa a más del 3% del PIB y alcanzar el 5% en 2030, destacando que la inversión militar es necesaria tanto para proteger a la isla como para fortalecer su industria de defensa.
Lai describe a Taiwán como un “faro de la democracia” y subraya su intención de mantener la paz y el statu quo en el Estrecho de Taiwán, mientras busca negociar condiciones comerciales más favorables ante los aranceles estadounidenses impuestos a la isla.
China rechaza venta de armas y la independencia de Taiwán
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Guo Jiakun, criticó la venta de armas estadounidenses y advirtió que cualquier intento de independencia podría llevar a la isla a una situación peligrosa de conflicto militar. Las acciones de China incluyen ejercicios de gran escala, actividad constante de aviones y buques militares, y vigilancia de vehículos aéreos no tripulados en torno a Taiwán.
Taiwán, por su parte, desarrolla sistemas avanzados de detección e interceptación, capacita tropas en técnicas para abatir drones y planea adquirir armas antidrones para contrarrestar la expansión militar china.
Diplomacia y guerra económica en un escenario complejo
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó su intención de reunirse con Xi Jinping en Corea del Sur, con el objetivo de suavizar las tensiones derivadas de la guerra económica y las disputas militares. La situación refleja una rivalidad histórica, ya que China y Taiwán se gobiernan por separado desde 1949, cuando el Kuomintang se refugió en la isla tras la victoria comunista en la China continental.
La conmemoración del Día Nacional de Taiwán recordó la persistencia del conflicto y la importancia geopolítica de la isla, reforzando la atención internacional sobre la estabilidad en Asia y el mundo.
TE PODRÍA INTERESAR