Los aranceles han vuelto al centro del debate internacional. Donald Trump, en una decisión que ha encendido alarmas en Bruselas, firmó un decreto que impone un arancel del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio, con entrada en vigor a partir de marzo.
Desde la Comisión Europea, el jefe comercial del bloque, Maroš Šefčovič, dejó claro que la medida es injustificada y perjudicial tanto para consumidores como para empresas, al alimentar la inflación. “No vemos ninguna justificación para esto”, afirmó en el Parlamento Europeo.
Ante esta situación, la Unión Europea (UE) se encuentra en una encrucijada: evitar una guerra comercial a toda costa o tomar represalias para proteger sus intereses económicos.
Bruselas se prepara: ¿se avecina un conflicto comercial?
Si bien la postura inicial de la UE ha sido de cautela, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que el bloque no permanecerá impasible ante estas medidas proteccionistas.
“Protegeremos a nuestros trabajadores, negocios y consumidores”, aseguró Von der Leyen antes de reunirse con el vicepresidente estadounidense JD Vance en París.
- La estrategia de Bruselas se enfoca en tres frentes:
- Evaluar el impacto de los aranceles antes de tomar medidas.
- Apostar por el diálogo para evitar un conflicto comercial.
- Preparar medidas de represalia en caso de que las negociaciones fracasen.
Sin embargo, dentro del Parlamento Europeo ya hay voces que exigen una respuesta inmediata y contundente.
El Parlamento Europeo presiona: posibles sanciones a EE.UU.
La Eurocámara ha recordado que la UE dispone de herramientas de defensa comercial que podrían activarse si Washington no reconsidera sus medidas.
Desde el Partido Popular Europeo insisten en que el diálogo debe ser la primera opción, pero que la UE está lista para responder si es necesario.
Por otro lado, la líder de los socialistas, Iratxe Pérez, ha sido más contundente:
“Trump ha elegido el camino que nos llevó a la Gran Depresión y a la Segunda Guerra Mundial. La UE debe responder con aranceles en sectores estratégicos”.
Este endurecimiento del tono refleja la creciente tensión dentro de la UE, donde algunos sectores exigen acciones inmediatas para contrarrestar el proteccionismo de Trump.
Un conflicto global: ¿cómo afectará a la economía de la UE?
Las tensiones comerciales con EE.UU. llegan en un momento delicado para la UE, que depende en gran medida de la importación de materias primas.
Actualmente, dos terceras partes de los recursos esenciales del bloque provienen del exterior. Con el cierre de mercados como EE.UU. y China, Bruselas está acelerando nuevos acuerdos comerciales con:
- Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay)
- Suiza
- Indonesia
- México
Estos tratados buscan diversificar las fuentes de importación y reducir la dependencia de mercados como el estadounidense, que ahora impone barreras comerciales.
Conclusión: ¿habrá una guerra comercial entre EE.UU. y la UE?
Aunque Bruselas prefiere el diálogo, la presión dentro de la UE para responder con firmeza es cada vez mayor. Si las negociaciones fracasan, la activación de sanciones comerciales contra EE.UU. podría ser inevitable.
La gran incógnita es hasta dónde está dispuesto a llegar Trump con su política proteccionista y si la UE podrá mitigar el impacto económico de estos nuevos aranceles sin desencadenar una crisis comercial global.
Por ahora, la tensión sigue en aumento, y el mundo observa con atención los próximos movimientos de ambas potencias.
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