Un ataque devastador en la capital ucraniana

Bombardeos Rusos causan un nuevo episodio de violencia estremeció a Kiev este viernes, luego de que impactaran zonas residenciales y dejaran seis civiles muertos y decenas de heridos, según informó el gobierno ucraniano. El ataque, descrito por el presidente Volodímir Zelenski como “abominable” y “calculado para causar el mayor daño posible”, se convirtió en uno de los más intensos desde el inicio de la ofensiva rusa a gran escala en 2022.

La magnitud del bombardeo se sintió en gran parte de los distritos de la capital, donde edificios residenciales, comercios y oficinas resultaron gravemente afectados. Entre las zonas alcanzadas se encontraba incluso la embajada de Azerbaiyán, que denunció la destrucción parcial de sus instalaciones por un misil ruso tipo Iskander.

Testimonios desde una ciudad golpeada

Equipos de emergencia trabajaron durante horas para remover escombros en busca de sobrevivientes, mientras habitantes de la zona relataban escenas de pánico y fuego. “Las puertas volaron, había llamas por todas partes, el fuego se propagaba, los vecinos gritaban”, relató Maria Kalchenko, residente de uno de los edificios más afectados.

Las autoridades informaron que, además de los seis fallecidos en Kiev, otras 30 personas resultaron heridas y varias infraestructuras civiles sufrieron daños, incluido un hospital y múltiples tiendas. Horas después, un dron ruso impactó un mercado en el sur del país, dejando dos muertos adicionales, lo que incrementó aún más la tensión en la población.

Condena internacional y presión diplomática

La comunidad internacional reaccionó rápidamente. Desde Berlín, el gobierno alemán calificó los bombardeos como una muestra del “desprecio por la humanidad” del presidente ruso Vladimir Putin, mientras que otros países europeos reiteraron su condena a los ataques sobre civiles.

En paralelo, los ministros de Exteriores del G7, reunidos en Canadá, renovaron su llamado a un alto el fuego inmediato y reafirmaron su apoyo inquebrantable a la integridad territorial de Ucrania. La presión diplomática se intensifica en un momento en el que Rusia exige nuevas concesiones territoriales a cambio de un eventual cese de hostilidades.

Avances rusos y la creciente amenaza de misiles balísticos

El Ministerio de Defensa ruso afirmó haber ejecutado un “ataque masivo” con drones, misiles balísticos y misiles hipersónicos contra supuestos objetivos militares y energéticos en territorio ucraniano. Por su parte, la fuerza aérea ucraniana aseguró haber derribado 405 de los 430 drones lanzados por Moscú y 14 de 19 misiles, una cifra considerada un éxito operativo.

Sin embargo, funcionarios ucranianos advierten sobre el aumento del uso de misiles balísticos, cuya velocidad y trayectoria hacen más difícil su intercepción. Este tipo de armamento representa una amenaza cada vez más grave para las ciudades ucranianas, en especial para infraestructuras civiles como hospitales, plantas energéticas y sistemas ferroviarios.

Al mismo tiempo, las fuerzas rusas continúan su avance por tierra en el este del país, intensificando su ofensiva para tomar el control de las regiones de Donetsk y Lugansk. Kiev reconoció que cientos de soldados rusos penetraron en la ciudad de Pokrovsk, que podría caer en manos del ejército ruso en los próximos días.

Ucrania responde con ataques de largo alcance

En respuesta a la intensificación de los bombardeos, Ucrania ha ampliado sus operaciones contra infraestructuras rusas y ha utilizado misiles de largo alcance Neptuno contra objetivos situados más allá del frente. Según Zelenski, estos ataques buscan debilitar la capacidad rusa de continuar su ofensiva y frenar los avances en el este.

Rusia reportó que los restos de un dron ucraniano cayeron sobre una planta nuclear, provocando una disminución temporal en su producción. Además, las autoridades rusas informaron sobre un incendio en una refinería del mar Negro y un ataque a una embarcación civil que dejó tres heridos, hechos que también contribuyen al creciente clima de tensión en la región.

Un conflicto que se recrudece

Los bombardeos en Kiev y los ataques posteriores en otras regiones confirman que el conflicto está entrando nuevamente en una fase de escalada, donde tanto los ataques aéreos como los combates terrestres aumentan en frecuencia y magnitud. La población civil continúa siendo la más afectada por actos que vulneran la seguridad y causan daños a infraestructura esencial.

Mientras tanto, las potencias occidentales buscan mediar con mayor presión diplomática, aunque sin señales claras de que Rusia esté dispuesta a disminuir sus ofensivas. Para Ucrania, reforzar sus defensas y mantener el apoyo internacional será fundamental ante un enemigo que diversifica sus métodos de ataque y extiende su radio de acción.