La Franja de Gaza volvió a ser escenario de una tragedia este sábado, cuando ataques israelíes causaron la muerte de 47 personas, según reportó la Defensa Civil de Gaza. Entre las víctimas se encontraban desplazados que se refugiaban en tiendas de campaña en la ciudad de Gaza, uno de los últimos bastiones del movimiento islamista Hamas.

El conflicto, que lleva casi 23 meses de enfrentamientos, continúa sin señales de cesar pese a la presión internacional. El ejército israelí mantiene su intención de tomar la mayor ciudad del enclave palestino, que según estimaciones de la ONU alberga a un millón de personas.

Bombardeos contra campamentos de desplazados

De acuerdo con el portavoz de la Defensa Civil, Mahmud Basal, al menos 12 de los fallecidos murieron tras un ataque aéreo israelí contra tiendas de campaña en el oeste de la ciudad. “La gente gritaba, en pánico, todos corrían, tratando de salvar a los heridos y recuperar a los mártires que yacían en el suelo”, relató Um Imad Kaheel, una mujer de 36 años que presenció el ataque.

Además de este bombardeo, otras 10 personas fueron abatidas por disparos israelíes mientras esperaban recibir alimentos en centros de distribución ubicados en el centro y sur de Gaza. Basal afirmó que los ataques han sido constantes desde el amanecer, dejando un balance de víctimas que sigue aumentando con el paso de las horas.

La AFP, debido a las restricciones de acceso a Gaza y a las limitaciones impuestas a la prensa, no ha podido verificar de manera independiente las cifras de la Defensa Civil. El ejército israelí, contactado por la agencia, no emitió comentarios sobre estos reportes.

Testimonios de miedo y desesperación

En la ciudad de Gaza, los habitantes describen un ambiente de miedo permanente. Abu Mohammad Kishko, un hombre de 42 años que permanece en la urbe, explicó: “Los bombardeos de esta noche fueron una locura, no pararon ni un segundo y no pudimos dormir. No hay ningún lugar seguro en la Franja”.

Periodistas en el extremo norte de la ciudad reportaron haber recibido órdenes de evacuación por parte del ejército israelí, mientras las condiciones se deterioran con explosiones, disparos y destrucción generalizada.

Miles de personas ya han huido hacia el sur, pero las estimaciones de Naciones Unidas indican que un millón de palestinos continúan en la ciudad de Gaza, atrapados en un territorio donde la ayuda humanitaria resulta insuficiente y la violencia no cesa.

Contexto del conflicto

El conflicto actual se desató el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas lanzó un ataque contra Israel que provocó la muerte de 1,219 personas, en su mayoría civiles, y el secuestro de 251 personas. Desde entonces, Israel ha desplegado una ofensiva militar de gran escala en Gaza, con el objetivo declarado de neutralizar a Hamas.

Casi dos años después, los enfrentamientos han dejado un saldo devastador. Según el Ministerio de Salud de Gaza, la ofensiva israelí ha provocado 63,371 muertos, en su mayoría civiles. Estas cifras son consideradas como fiables por la ONU, que ha reiterado sus llamados al cese de hostilidades y al respeto del derecho internacional humanitario.

En cuanto a los rehenes, se estima que de los 47 aún retenidos en Gaza, alrededor de una veintena siguen con vida, aunque las condiciones de su cautiverio siguen siendo inciertas.

La presión internacional y la respuesta israelí

A pesar de la presión de la comunidad internacional, Israel no ha mostrado señales de frenar sus operaciones. El ejército considera que tomar la ciudad de Gaza es “inevitable” para erradicar los últimos reductos de Hamas.

Las organizaciones humanitarias han advertido que los ataques contra campamentos de desplazados y centros de distribución de alimentos violan las normas básicas del derecho internacional. Sin embargo, hasta ahora los esfuerzos diplomáticos no han logrado detener la escalada de violencia.

“Ningún lugar seguro” en Gaza

La frase repetida por los habitantes de Gaza es que no existe ningún lugar seguro. Tanto en el norte como en el sur, los desplazados se enfrentan a bombardeos, disparos y una grave crisis de suministros básicos.

La situación humanitaria se complica con la falta de electricidad, agua potable y medicamentos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y agrava el sufrimiento de los sobrevivientes. Testimonios como el de Kaheel y Kishko reflejan la desesperación de una población exhausta que, sin importar a dónde se traslade, sigue bajo amenaza constante.

Los 47 muertos en Gaza tras los bombardeos israelíes se suman a una larga lista de víctimas civiles en un conflicto que no da señales de resolverse. Con casi dos años de enfrentamientos, la Franja de Gaza vive una crisis humanitaria sin precedentes, mientras Israel insiste en que su ofensiva es necesaria para eliminar a Hamas.

Entre el miedo, la falta de refugio y la escasez de recursos, los habitantes de Gaza enfrentan una realidad donde la vida diaria está marcada por la incertidumbre y el dolor. La presión internacional aumenta, pero en el terreno la violencia sigue imponiéndose sobre los llamados a la paz.