El masivo apagón en España ha tenido consecuencias trágicas para la salud de personas dependientes de equipos médicos, evidenciando riesgos críticos. Mientras Madrid pide donaciones urgentes de sangre, otras noticias destacan la importancia del bienestar mental, la prevención y el diagnóstico temprano.
La falta de suministro eléctrico ha tenido consecuencias devastadoras para algunos pacientes:
Fallecimientos: Se confirmaron muertes directamente relacionadas con el corte de luz. Una mujer de 46 años conectada a un respirador falleció en Alzira (Valencia) al quedarse el aparato sin corriente. En Ourense, tres miembros de una familia murieron por inhalación de humos de un generador que usaban presumiblemente para alimentar equipos médicos. Estos incidentes subrayan la dependencia crítica de la electricidad para pacientes vulnerables, especialmente aquellos en atención domiciliaria.
Funcionamiento hospitalario: Aunque los hospitales activaron generadores de respaldo y centros como los de Sanitas reportaron operar con normalidad, la situación generó tensión. Se reportó el aplazamiento de trasplantes, incluyendo uno renal cruzado con Portugal.
Riesgo en suministros: En Cataluña, se está revisando la posible afectación de 116,000 dosis de vacunas por la interrupción de la cadena de frío.
Reservas de sangre
El Centro de Transfusión de Madrid ha hecho un llamamiento urgente a la donación de sangre para recuperar las reservas, potencialmente mermadas por la dificultad de donar y procesar durante el apagón. Recuerdan que una sola complicación en un parto puede requerir hasta 10 bolsas.
Salud mental
La incertidumbre, la ansiedad y la disrupción causada por el apagón pueden tener un impacto negativo en el bienestar mental de la población. La gestión de residencias de mayores también fue angustiosa.
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