La AfD busca reorganizar su base juvenil en medio de tensiones nacionales
La AfD, conocida por su postura antieuropeísta, antiinmigrante y su cercanía narrativa al Kremlin según críticos, vivió una jornada tensa durante la fundación de su nueva organización juvenil. El congreso, celebrado cerca de Fráncfort, inició con más de dos horas de retraso debido a las protestas de grupos opositores, sindicatos y organizaciones civiles que se congregaron para repudiar la iniciativa del partido de extrema derecha.

La creación de esta estructura juvenil representa un esfuerzo de la AfD por reconstruir su influencia entre votantes jóvenes de cara a las elecciones regionales de 2026, en las que aspira a obtener victorias significativas en sus tradicionales bastiones del este alemán. Sin embargo, el contexto social adverso y el marcado historial polémico de su anterior rama juvenil complican la estrategia del partido.
Protestas masivas marcan el inicio del congreso
Decenas de colectivos antifascistas y movimientos ciudadanos bloquearon los accesos al recinto donde se realizaría el congreso, lo que provocó el retraso del evento. Las protestas fueron acompañadas por cánticos, pancartas y consignas que denunciaban el avance de la extrema derecha en Alemania y exigían una mayor defensa de los valores democráticos.
La policía informó que el operativo contempló más de 1,000 agentes para contener la movilización, subrayando el alto nivel de tensión que genera cada evento de la AfD. Para muchos manifestantes, la fundación de esta estructura juvenil representa una amenaza para la estabilidad política del país, especialmente considerando los antecedentes de la organización precedente.
Una nueva organización para sustituir a una rama polémica
La AfD disolvió este año a la Junge Alternative (JA), su antigua organización juvenil, luego de que los servicios de inteligencia alemanes la clasificaran como grupo extremista. Esta catalogación implicó un duro golpe para el partido, ya que reforzó la percepción pública de que sectores de la formación mantienen vínculos con ideologías neonazis y conductas radicales.
La JA estuvo envuelta en múltiples controversias: desde cánticos racistas hasta reuniones con grupos neonazis, pasando por declaraciones incendiarias de algunos de sus miembros. La condena social y política al comportamiento de esta rama terminó por obligar al partido a tomar distancia y emprender una reorganización interna que pudiera ofrecer una imagen más moderada ante el electorado general.
La admisión de errores por parte de la dirigencia
Durante el congreso, Tino Chrupalla, uno de los colíderes nacionales de la AfD, reconoció públicamente que el partido debe “aprender de los errores del pasado”, una frase que busca amortiguar las críticas y proyectar una postura de renovación.
Sin embargo, analistas señalan que esta admisión podría ser interpretada más como una estrategia retórica que como un cambio estructural profundo. La base más radical del partido históricamente ha presionado para mantener posturas intransigentes, mientras que la dirigencia intenta equilibrar las expectativas de los votantes más jóvenes con la necesidad de evitar nuevas clasificaciones de extremismo por parte del Estado.
Crece la preocupación por el avance electoral de la extrema derecha
Las encuestas muestran que la AfD continúa siendo la segunda fuerza política en Alemania, con un sólido apoyo en regiones del este donde las preocupaciones por la economía, la migración y la identidad cultural alimentan su crecimiento. Su surgimiento como partido central en el tablero político ha generado fuertes debates sobre la resiliencia de la democracia alemana en un momento de creciente polarización global.
Además, el fortalecimiento de una organización juvenil renovada podría expandir su alcance entre nuevas generaciones, especialmente aquellas descontentas con los partidos tradicionales. Este avance preocupa a los sectores democráticos, que alertan sobre la normalización de discursos excluyentes y radicales en la esfera pública.

Un futuro político incierto ante el desafío de 2026
La fundación de la nueva rama juvenil se produce justo cuando la AfD se prepara para un ciclo electoral que podría redefinir su posición en el país. Un triunfo en las elecciones regionales de 2026 consolidaría su estatus como fuerza dominante en zonas clave, lo que tendría un impacto significativo en la política nacional.
Mientras tanto, las protestas y las críticas internas muestran que el camino hacia una renovación creíble está lejos de ser sencillo. La tensión entre moderación y radicalización seguirá siendo el principal desafío del partido de cara a su futuro político.


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