La Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, en Tabasco, vuelve a enfrentar el fuego. El martes 5 de agosto se reportó un nuevo incendio forestal en el predio Lic. Carlos A. Madrazo, ubicado dentro de esta Área Natural Protegida. Hasta el momento, las autoridades han logrado un 50 por ciento de control y un 40 por ciento de liquidación, con 51 hectáreas afectadas.
El nuevo siniestro se suma a una serie de incendios registrados desde julio en esta región de gran riqueza ecológica. El más extenso ocurrió en el predio El Palmar, donde desde el 18 de julio se perdieron más de 1,600 hectáreas de selva y humedales. Los brigadistas lograron controlar el fuego y liquidarlo.
Días después, el 25 de julio, se reportó otro incendio en la zona de Chichicastle, también dentro de los Pantanos de Centla. Ese segundo fuego fue extinguido totalmente, pero dejó 438 hectáreas más de vegetación devastadas. En total, más de 2,000 hectáreas fueron afectadas en menos de tres semanas.
Un ecosistema vital en peligro
Los Pantanos de Centla representan uno de los humedales más grandes y biodiversos de Mesoamérica, con más de 300 mil hectáreas protegidas. Esta reserva alberga cientos de especies de aves, reptiles, mamíferos y peces, además de ser un regulador natural del clima y las inundaciones en la región. También actúa como un enorme filtro de agua dulce y un sumidero de carbono que contribuye a mitigar el cambio climático.
Los incendios forestales, más allá del impacto inmediato en la flora y fauna, alteran gravemente el equilibrio ecológico del ecosistema. La destrucción de manglares, selvas inundables y pastizales no sólo pone en riesgo a especies endémicas, sino que deja expuesta a la población humana a fenómenos como sequías, pérdida de suelo fértil y menor calidad del aire.
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