La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se encuentra en luto tras la muerte de Jesús Israel Hernández Chávez, estudiante del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Sur. La noticia ha generado una fuerte movilización de alumnos, familiares y colectivos estudiantiles, quienes exigen medidas de seguridad y justicia para la comunidad universitaria.
El rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, emitió un mensaje oficial a través de redes sociales y en la página institucional, declarando que la universidad está de luto por la tragedia ocurrida. Sin embargo, estas declaraciones no fueron suficientes para calmar la indignación de estudiantes y padres de familia, quienes organizaron protestas y bloquearon la avenida Insurgentes en ambos sentidos para exigir protección y un alto a la violencia dentro de los planteles.
Movilización de estudiantes y padres de familia
En la explanada de la Rectoría, se reunieron alumnos del CCH Sur junto con familiares de la víctima y estudiantes de otras facultades, incluyendo Ciencias Políticas y Sociales, Filosofía y Letras e Ingeniería. Durante la protesta, los padres elaboraron un pliego petitorio con demandas específicas de seguridad y acompañamiento institucional.
Paralelamente, los estudiantes del CCH Sur, encabezados por el colectivo «Tlacuaches encapuchados», entregaron su propio pliego a representantes de la Dirección General de Análisis, Protección y Seguridad, así como de la Oficina del Abogado General y otras áreas de atención a la comunidad universitaria. Esta acción busca asegurar que las autoridades atiendan de manera directa las preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de los alumnos.
Bloqueos en avenidas y manifestaciones de indignación
Para visibilizar su enojo, un grupo de estudiantes decidió bloquear avenida Insurgentes, una de las vías principales de la Ciudad de México. Los manifestantes exigieron que se tomen medidas inmediatas para garantizar la seguridad dentro de los planteles y evitar que situaciones como la muerte de Jesús Israel se repitan. La protesta reflejó la preocupación de la comunidad por la violencia que afecta a estudiantes y la necesidad de protocolos más efectivos de protección.
El mensaje de Lomelí, aunque formal, no mitigó el malestar de los estudiantes y padres, quienes consideraron que se requería una acción más concreta y visible por parte de las autoridades universitarias. La combinación de indignación y luto ha marcado un momento histórico de movilización en la UNAM.
Acciones de seguimiento y reuniones con autoridades
Tras la entrega de los pliegos, los alumnos del CCH Sur regresaron a sus planteles para organizar las actividades del miércoles, incluyendo una reunión privada con la comisión de seguridad de la universidad. Además, se acordó realizar una marcha de luto desde el plantel hasta Rectoría, seguida de otra mesa de trabajo para dar seguimiento a las demandas y garantizar que las medidas de seguridad sean implementadas de manera efectiva.
Estas acciones reflejan el compromiso de la comunidad universitaria para mantener un diálogo constante con las autoridades, asegurando que las necesidades de seguridad y protección sean atendidas y que se establezcan protocolos claros para prevenir futuros incidentes.
Impacto en la comunidad universitaria
La muerte de Jesús Israel Hernández Chávez ha dejado una profunda huella en la comunidad de la UNAM, generando preocupación entre alumnos y familiares sobre la seguridad dentro de los planteles. La movilización demuestra la determinación de los estudiantes por exigir justicia y protocolos que eviten la repetición de tragedias.
Los colectivos estudiantiles también buscan visibilizar que los problemas de seguridad no son aislados, sino parte de un fenómeno más amplio que requiere intervención inmediata y efectiva por parte de la universidad y las autoridades competentes.
La UNAM enfrenta un momento crítico tras la muerte de un estudiante del CCH Sur, que ha generado protestas, bloqueos y demandas de justicia. La comunidad universitaria exige medidas concretas de seguridad, prevención y acompañamiento, mientras se mantiene un diálogo activo con las autoridades. Las acciones de los alumnos y padres de familia reflejan la importancia de garantizar espacios educativos seguros y la necesidad de protocolos claros para proteger la vida y el bienestar de los estudiantes en todos los planteles de la universidad.


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