La voz de Antonio Guterres ante un mundo en conflicto

El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, envió un contundente mensaje en el marco del Día Internacional de la Paz (21 de septiembre), recordando que “nuestro mundo en guerra clama por la paz”. En un video de poco más de un minuto, el diplomático portugués exhortó a los ciudadanos de todas las naciones a articular esa petición colectiva, en un momento marcado por conflictos bélicos, desplazamientos masivos y una creciente crisis humanitaria.

Guterres subrayó que las guerras no solo violan el derecho internacional, sino que también “destrozan vidas, extinguen infancias y desprecian la dignidad humana elemental con crueldad y degradación”. Su llamado busca despertar la conciencia global sobre la urgencia de poner fin a la violencia y construir un camino hacia la estabilidad y la prosperidad.

El impacto de la guerra en millones de personas

Según la ONU, los conflictos armados actuales han generado un número sin precedentes de desplazamientos forzados. Millones de personas han abandonado sus hogares, con repercusiones que afectan no solo a las zonas en conflicto, sino también a países vecinos y a la comunidad internacional en general.

La organización advierte que la propagación de la violencia tiene un efecto dominó: destruye economías locales, aumenta la inseguridad alimentaria, debilita los sistemas de salud y genera divisiones sociales más profundas. En palabras de Guterres, “la paz es asunto de todos”, por lo que las naciones y los ciudadanos deben asumir un compromiso real para silenciar las armas y acabar con el sufrimiento.

Desarrollo sostenible como vía hacia la paz

Uno de los puntos más destacados del mensaje de la ONU es la relación entre paz y desarrollo sostenible. Actualmente, nueve de los diez países con mayores dificultades para avanzar en materia de desarrollo se encuentran inmersos en conflictos armados.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por la ONU en 2015, constituyen una hoja de ruta que puede ayudar a reducir tensiones sociales y económicas. La mejora de la salud, el acceso a la educación, la igualdad de oportunidades y la reducción de la pobreza son factores clave para prevenir la violencia y fortalecer la cohesión social.

De esta manera, la ONU enfatiza que no puede existir desarrollo sin paz, ni paz sin desarrollo. Ambos conceptos están estrechamente vinculados y requieren cooperación internacional, inversiones estratégicas y un compromiso político sostenido.

El poder del lenguaje en tiempos de crisis

Además de los esfuerzos diplomáticos y económicos, Guterres señaló que el uso del lenguaje es fundamental en la construcción de la paz. Palabras cargadas de odio, racismo o deshumanización pueden avivar conflictos, mientras que el respeto, la empatía y la escucha activa pueden abrir caminos de entendimiento.

La ONU insta a la ciudadanía a desafiar el lenguaje discriminatorio en espacios laborales, sociales y digitales, así como a denunciar el acoso, ya sea en línea o fuera de ella. También recomienda verificar los hechos antes de difundir información en redes sociales, como medida para combatir la desinformación, un fenómeno que amplifica divisiones y alimenta la violencia.

Acciones concretas para la paz desde lo local

Más allá de los discursos, la ONU propone acciones concretas que cualquier persona puede realizar para fomentar la cultura de la paz:

• Participar en voluntariado comunitario para fortalecer la solidaridad social.
• Escuchar y dar espacio a voces distintas a las propias, con el fin de enriquecer el entendimiento mutuo.
• Rechazar expresiones de odio y racismo en la vida cotidiana.
• Impulsar conversaciones sobre la no violencia y el desarme en ámbitos educativos y sociales.

Estas pequeñas acciones cotidianas, sumadas a las iniciativas globales, pueden contribuir a crear un movimiento colectivo por la paz en un mundo marcado por tensiones y turbulencias.

El Día Internacional de la Paz: una jornada con historia

El Día Internacional de la Paz fue establecido en 1981 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Veinte años después, en 2001, este mismo órgano decidió por unanimidad designar la fecha como una jornada de no violencia y alto el fuego.

Cada 21 de septiembre, gobiernos, organizaciones sociales y ciudadanos de todo el mundo realizan actividades para reflexionar sobre la importancia de la paz. Desde actos simbólicos hasta programas de educación y diplomacia, el objetivo es generar conciencia sobre la necesidad de poner fin a los conflictos y construir sociedades más justas y resilientes.

Un compromiso global y personal

El mensaje de la ONU en 2025 es claro: la paz no es una opción, es una necesidad urgente. En un mundo convulsionado por guerras, desplazamientos y crisis sociales, cada acción cuenta. Desde los esfuerzos diplomáticos de los Estados hasta los gestos cotidianos de respeto y solidaridad, todos tienen un papel en la construcción de un futuro más pacífico.

Como afirmó Antonio Guterres, “nuestro mundo en guerra clama por la paz”. Y esa voz, para ser escuchada, debe convertirse en un clamor colectivo que trascienda fronteras y culturas.