sábado, diciembre 20, 2025

Turismo en el Caribe mexicano, ajeno al conflicto EE.UU.–Irán

Mientras el mundo observa con preocupación la tensión militar entre Estados Unidos e Irán tras los recientes ataques a las instalaciones nucleares, en Quintana Roo el pronóstico se mantiene estable. A diferencia de lo que podría suponerse ante un conflicto de esta magnitud, no se anticipan efectos negativos directos para el principal destino turístico del país.

De acuerdo con el politólogo y especialista en política global, Samuel Cervera, el conflicto entre ambos países tendría efectos mínimos en México y el Caribe mexicano, e incluso podría abrir nuevas oportunidades económicas para el país.

“El antecedente histórico es claro, las guerras de Estados Unidos no han detenido el flujo turístico hacia México. Ni la Segunda Guerra del Golfo, ni la invasión a Irak ni otras operaciones militares similares generaron afectaciones en destinos como Quintana Roo. 

Cervera explicó que, a pesar de tratarse de una situación de alto riesgo geopolítico, Quintana Roo no está en el radar de conflicto ni en la lista de restricciones o alertas de viaje para los estadounidenses, quienes representan el mercado turístico más importante para la entidad. 

“Cuando pasan cosas disruptivas en Estados Unidos, la gente sigue viniendo. Este lugar no solo es turístico, también es un refugio emocional, una válvula de escape. No somos un país en guerra ni un enemigo geopolítico. Somos un aliado”, dijo.

Un dólar fuerte, un Caribe más barato

Uno de los efectos colaterales más comentados tras el ataque ha sido el posible impacto en los mercados financieros. Sin embargo, Cervera explicó que, en términos turísticos, incluso un debilitamiento del peso podría beneficiar a la región.

“Tristemente, si el peso baja de valor, para los norteamericanos todo se vuelve más barato. Y eso, desde el punto de vista del turismo, puede resultar positivo para destinos como Quintana Roo, donde el dólar rinde más”, explicó.

El analista reconoció que podría haber una ligera afectación en los precios del combustible, lo cual repercutiría en los costos logísticos de hoteles, transporte y servicios turísticos. Aun así, calificó este escenario como manejable.

“Sí, podría impactar el precio de la gasolina y eso tendría un efecto en los costos. Pero sería una afectación menor, un ajuste más que una crisis”, detalló.

Economía de guerra: una oportunidad para México

Más allá del turismo, el especialista planteó que México podría beneficiarse indirectamente si Estados Unidos entra en una economía de guerra, redireccionando su producción hacia la industria armamentista y demandando más bienes y materias primas de sus aliados.

“Cuando eso sucede, lo que Estados Unidos deja de producir para consumo interno, lo empieza a importar. En la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, México se convirtió en proveedor clave de acero, alimentos y manufactura. Incluso se crearon nuevas fábricas en el país.

“Podríamos ver algo similar, si Estados Unidos reorienta sus capacidades productivas, México podría suplir esas carencias. Desde materiales de construcción hasta derivados del petróleo o alimentos procesados. Hay una ventana de oportunidad”, comentó.

Además, aclaró que estas repercusiones no se verían en corto plazo; sin embargo, sí podrían consolidarse en caso de que el conflicto se prolongue. 

“No es automático, pero si el conflicto se sostiene, se abre una ruta de proveeduría que puede dinamizar sectores económicos en el país. La clave es la duración”, explicó.

Posibles efectos en frontera, pero no en turismo

En contraste con las posibles oportunidades comerciales, el politólogo advirtió que un endurecimiento de la política migratoria estadounidense sí podría afectar a los mexicanos que buscan cruzar la frontera, pero no tendría repercusión en el turismo receptivo hacia Quintana Roo.

“Estados Unidos podría ponerse más estricto con sus fronteras, como ha pasado antes. Eso afectaría a quienes quieren entrar desde México, pero no a los norteamericanos que viajan al Caribe. Para ellos, Quintana Roo sigue siendo un destino seguro y accesible”, detalló.

Incluso en el peor escenario, explicó, las afectaciones serían puntuales, temporales y no comprometerían la operación turística del estado.

“Quizá haya desabasto de ciertos productos importados o se encarezcan algunos insumos. Pero la cadena de suministros tiende a reconfigurarse, y México tiene la capacidad de sustituir o suplir muchas de esas mercancías”, mencionó.

Efectos previstos del conflicto EE.UU.-Irán para Quintana Roo y México

A corto plazo (0–6 meses)

  • Turismo internacional se mantiene estable
  • Apreciación del dólar frente al peso fortalece el atractivo del Caribe mexicano
  • Posible aumento en los costos operativos por combustibles

A mediano y largo plazo (6–24 meses)

  • México podría beneficiarse como proveedor estratégico si EE.UU. entra en economía de guerra
  • Reactivación de industrias nacionales por aumento de exportaciones a EE.UU
  • Oportunidades para la industria energética, manufacturera y de materias primas

Factores de estabilidad para Quintana Roo

  • No hay alertas de viaje ni restricciones para estadounidenses
  • Históricamente, las guerras de EE.UU. no afectan al turismo en México
  • Percepción internacional de seguridad y proximidad favorecen al Caribe mexicano
Paco Marín
Paco Marín
Paco Marín es un periodista egresado en Comunicación y Periodismo por la Universidad Latinoamericana. Su experiencia abarca una amplia gama de temas críticos como salud, política, medio ambiente, infraestructura y educación, lo que le confiere un conocimiento diverso y una perspectiva integral en sus contribuciones. Su formación académica y experiencia práctica fortalecen la fiabilidad y experticia del contenido que genera.
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