Trump cumple su amenaza: 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas
El 1 de febrero, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impuso un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas, cumpliendo su amenaza bajo el argumento de que el gobierno mexicano “no hace lo suficiente” para frenar el tráfico de drogas y la migración indocumentada.
Las acusaciones fueron duras: “Los cárteles mexicanos tienen una alianza intolerable con el gobierno de México”, declaró Trump, avivando una crisis diplomática y comercial sin precedentes.
Este golpe económico no solo afecta a México. Canadá y China también recibieron medidas similares, demostrando que el actual inquilino de la Casa Blanca sigue apostando por el unilateralismo y el proteccionismo extremo.
La respuesta de Sheinbaum: ni sumisión ni confrontación
Ante este escenario, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió con una postura equilibrada:
México impondrá aranceles a las mercancías estadounidenses en reciprocidad.
Propuso establecer una mesa de trabajo con los mejores equipos de seguridad y salud pública de ambos países.
Evitó caer en la estridencia patriotera o la sumisión, privilegiando la diplomacia.
Su mensaje fue claro: México no quiere confrontación, pero tampoco se someterá a chantajes.
Sostuvimos una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía; llegamos a una serie de acuerdos:
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) February 3, 2025
1.México reforzará la frontera norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional de forma inmediata, para evitar el tráfico de drogas…
El tráfico de armas y el consumo de drogas: el otro lado de la moneda
Sheinbaum también puso sobre la mesa una verdad incómoda para Trump:
Las armas que usan los cárteles mexicanos provienen en su mayoría de EE.UU.
El mercado más grande de consumidores de droga está en Estados Unidos.
Esto deja en evidencia que el problema del narcotráfico no es solo responsabilidad de México, sino que requiere un enfoque bilateral.
Sin embargo, la credibilidad de México en este tema se ha visto gravemente afectada en los últimos años.
El costo de la estrategia de «abrazos, no balazos»
Durante la administración anterior, la política de seguridad «abrazos, no balazos» dio la impresión de que el gobierno era tolerante o cómplice con el crimen organizado.
Las imágenes que han quedado en la memoria colectiva, como:
- El saludo del expresidente López Obrador a la madre del Chapo Guzmán.
- La liberación de Ovidio Guzmán en 2019.
- Las crecientes acusaciones de gobernadores coludidos con el narcotráfico.
Todo esto ha sido utilizado como argumento por Trump para justificar su política agresiva contra México.
Las consecuencias de una guerra comercial con Estados Unidos
Las asimetrías entre EE.UU. y México son abismales, y una escalada en la guerra comercial podría ser devastadora para la economía mexicana.
- México es el principal socio comercial de EE.UU., pero una reducción en las exportaciones afectará la estabilidad financiera.
- Sectores clave como la industria automotriz, agrícola y manufacturera sufrirán el impacto inmediato.
- Los inversionistas pueden perder confianza en México, afectando el crecimiento económico y la generación de empleos.
El desafío de México: diálogo o presión internacional
La presidenta Sheinbaum ha mantenido abierta la puerta del diálogo, pero la gran incógnita es si Trump está dispuesto a negociar o seguirá imponiendo su voluntad por la fuerza.
Si la estrategia de Washington se mantiene en el unilateralismo, México deberá considerar:
Aprovechar el respaldo de organismos internacionales como la OMC para denunciar las medidas comerciales.
Fortalecer lazos con otros socios comerciales para reducir la dependencia económica de EE.UU.
Fortalecer su estrategia de seguridad interna, no solo para negociar con Trump, sino para recuperar la confianza de su propia población.
México firme, pero sin caer en provocaciones
México enfrenta un reto histórico. Trump ha puesto la relación bilateral al borde del colapso, pero Sheinbaum ha demostrado que su gobierno no caerá en provocaciones ni cederá ante presiones injustas.
La clave será lograr un equilibrio entre diplomacia y firmeza.
Es momento de replantear la seguridad interna para recuperar credibilidad.
México debe prepararse para una guerra comercial si Trump decide intensificar las sanciones.
El próximo mes será decisivo para determinar si el diálogo es posible o si la confrontación comercial marcará el rumbo de la relación México-EE.UU.
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