El Gobierno de México dio a conocer las metas del Tren Maya para los próximos cinco años. El documento oficial, publicado este martes en el Diario Oficial de la Federación, describe cómo el proyecto ferroviario buscará consolidarse como un sistema rentable, sostenible e interconectado para el año 2030.
De acuerdo con el Programa Institucional Tren Maya, S.A. de C.V. 2025-2030, la visión es lograr un modelo de transporte moderno que impulse el crecimiento económico del sureste del país, mejore la movilidad de las personas, promueva el turismo, diversifique las actividades productivas y contribuya a la reducción de la pobreza.
Un sistema plenamente operativo
Para el año 2030, el Tren Maya contará con su flota completa de 42 trenes de pasajeros, en operación a lo largo de 1,554 kilómetros de vías férreas que cruzan cinco estados, 60 municipios y 347 localidades de la región, tal como lo planteó en su momento el ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
El programa establece como meta transportar cuatro millones de personas al año, cifra que representa un incremento de 4.6 veces respecto al registro de 2024, cuando la empresa movilizó 695 mil pasajeros.
En materia de carga, se espera que las operaciones inicien en 2027 y alcancen para 2030 la movilización de 4.7 millones de toneladas anuales. Este servicio se apoyará en una red de 10 complejos logísticos, que incluirá cinco terminales intermodales ubicadas en Poxilá, Progreso, Cancún, Palenque y Chetumal, así como cuatro patios de operaciones y una espuela para combustibles.
La nueva línea hacia el Puerto de Altura de Progreso, Yucatán, será estratégica para conectar el sistema con el comercio marítimo nacional e internacional, lo que potenciará su papel como corredor logístico y de desarrollo.
Crecimiento económico y empleo
El documento oficial proyecta que el Tren Maya generará un impacto económico profundo en la región. Según estimaciones de ONU-Hábitat, el proyecto permitirá crear 945 mil empleos y sacar de la pobreza a 1.1 millones de personas en los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán antes de 2030.
Estas cifras coinciden con los objetivos del nuevo Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, que plantea una “República próspera y conectada” mediante infraestructura estratégica, economía moral y bienestar compartido.
El programa reconoce, sin embargo, que la rentabilidad del Tren Maya depende de un equilibrio entre la operación comercial y el sentido social. Por ello, se plantea alcanzar el punto de equilibrio financiero en 2030, diversificando las fuentes de ingreso en cuatro grandes rubros: pasajeros, carga, turismo y servicios complementarios.
El documento también destaca la política de austeridad republicana como principio de gestión: “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. Bajo esa premisa, se optimizarán los costos operativos y administrativos para garantizar sostenibilidad sin recurrir a subsidios extraordinarios.
CONECTIVIDAD ESTRATÉGICA E INTERMODALIDAD
El plan detalla que el Tren Maya formará parte de una red nacional de transporte intermodal, en conexión con el Tren Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Aeropuerto Internacional de Tulum, los puertos de altura y las principales autopistas del sureste.
En la primera etapa (2025-2026) se construirán las terminales multimodales de Cancún, Progreso y Palenque, así como el Centro de Distribución de Carga Poxilá, junto con cuatro instalaciones de seguridad de la Guardia Nacional. Además, se rehabilitará el tramo Poxilá-Zona Industrial de Mérida, conocido como Línea FA, y se edificará el Libramiento Ferroviario Poxilá-Progreso, con 70 kilómetros de nuevas y rehabilitadas vías.
En la segunda etapa (2026-2027) se prevé la construcción de patios de operaciones en Valladolid, Escárcega, Xpujil y Pomuch, además de la Terminal Multimodal Chetumal.
La integración de estos nodos permitirá conectar los puertos, aeropuertos y polos industriales del Sureste con los grandes centros urbanos del país, reduciendo costos logísticos y facilitando la exportación de productos agroindustriales y manufacturados.
Sostenibilidad y medio ambiente
El Tren Maya busca ser un modelo de movilidad sostenible. Según el documento, hasta 2025 se han ejecutado 208 programas ambientales y 1,252 medidas de mitigación, entre ellas pasos de fauna, drenaje pluvial, rescate y reubicación de flora y fauna, así como programas de reforestación en toda la ruta.
También se desarrollan programas de gestión de residuos sólidos bajo un enfoque de economía circular y de eficiencia hídrica en zonas sensibles de la Península de Yucatán. Para 2030, la meta es que las 18 áreas naturales protegidas cercanas al recorrido del tren estén interconectadas, con sistemas de monitoreo ambiental y corredores biológicos funcionales.
Además, se impulsará el uso de tecnologías limpias y trenes eléctricos o híbridos, así como la certificación ambiental y de calidad en los procesos operativos.
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