La ciudad de Hermosillo atraviesa días de profundo duelo tras el incendio del 1° de noviembre en una tienda Waldo’s, tragedia que dejó 24 personas fallecidas y más de una decena de lesionadas. Ante la magnitud del suceso y el dolor de la comunidad, las autoridades de Sonora y diversos organizadores privados decidieron suspender todos los eventos públicos y actividades masivas programadas para las próximas semanas.

El gesto busca honrar la memoria de las víctimas, acompañar a sus familias y mantener una postura de respeto institucional ante una de las tragedias más devastadoras que ha vivido la capital sonorense en los últimos años.

Se cancela el desfile del 17 de noviembre

Entre las primeras medidas oficiales anunciadas se encuentra la cancelación del Desfile Cívico, Deportivo y Cultural del 17 de noviembre, evento que tradicionalmente conmemora el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana y que reúne a miles de estudiantes, deportistas, agrupaciones artísticas y cuerpos civiles en las principales avenidas de Hermosillo.

La Secretaría de Educación y Cultura (SEC) informó mediante un comunicado que la suspensión del desfile responde a la necesidad de respetar el duelo colectivo y enviar un mensaje de solidaridad institucional ante la pérdida irreparable que afecta a decenas de familias.

“Es momento de acompañar a nuestra comunidad, no de celebrar”, señaló la dependencia.

Eventos culturales y recreativos también se detienen

El impacto social de la tragedia alcanzó también al ámbito cultural. Los organizadores del Festival del Globo y la Feria del Libro Sonora, ambos con sede en Hermosillo, confirmaron la cancelación de sus ediciones 2025, en atención al clima de dolor y respeto que predomina en la ciudad.

Aunque hasta el momento no se ha confirmado si los eventos serán reprogramados, los promotores coincidieron en que lo más importante es guardar respeto por las víctimas y sus familias, así como dar espacio a la comunidad para procesar lo ocurrido.

El gobierno estatal y municipal agradecieron la comprensión del público y de los equipos logísticos que participaron en la organización de estas actividades, subrayando que la prioridad actual es el acompañamiento social y emocional de los afectados.

Hermosillo vive su duelo

Durante los días posteriores al incendio, Hermosillo se ha llenado de velorios, misas y entierros. Las familias continúan despidiendo a sus seres queridos mientras la Fiscalía General de Justicia de Sonora (FGJE) mantiene resguardada la zona del siniestro, ubicada en la calle Doctor Noriega, entre Matamoros y Juárez.

Aunque la fiscalía no ha emitido avances recientes sobre la investigación, los deudos exigen justicia y transparencia. Buscan que se esclarezcan las causas del incendio y se determinen responsabilidades claras ante la magnitud de la tragedia.

“Queremos respuestas, no silencio”, expresó uno de los familiares durante una de las ceremonias fúnebres realizadas esta semana.

Waldo’s guarda silencio ante la tragedia

Hasta ahora, la empresa Waldo’s no ha emitido ningún comunicado público ni ha establecido contacto directo con las familias de las víctimas. Tampoco ha informado sobre acciones de apoyo, indemnización o responsabilidad social, lo que ha generado indignación y reclamos por parte de la comunidad hermosillense.

Diversas organizaciones civiles y ciudadanos han hecho un llamado a la empresa para asumir su responsabilidad moral y legal, al tiempo que solicitan a las autoridades acelerar las investigaciones para esclarecer los hechos y evitar que una tragedia similar vuelva a ocurrir.

Una ciudad en pausa y en reflexión

Con las actividades culturales y cívicas suspendidas, Hermosillo se encuentra en un momento de reflexión y duelo colectivo. Las calles lucen más silenciosas, y en las redes sociales abundan mensajes de apoyo a las víctimas y sus familias.

El incendio en Waldo’s no solo dejó una profunda herida en la capital sonorense, sino también una lección sobre la importancia de la seguridad, la prevención y la empatía social ante la pérdida humana.

Por ahora, la música, los desfiles y las celebraciones se detienen, para dar paso al respeto, la memoria y la exigencia de verdad.