La madrugada del pasado 16 de diciembre, dos patrullas de la Fuerza de Seguridad del Estado de Guanajuato se encontraron con un convoy del Cártel de Santa Rosa de Lima en una carretera que conduce a Uriangato. Lo que comenzó como un patrullaje rutinario se convirtió en un enfrentamiento infernal que dejó cuatro policías muertos y dos heridos.
Este tiroteo no fue un hecho aislado, sino parte de la sangrienta guerra que enfrenta al Cártel de Santa Rosa de Lima y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupos que se disputan el control de los municipios de Uriangato y Yuriria, dos puntos estratégicos en el estado más letal para las fuerzas de seguridad en México.
El enfrentamiento en Uriangato: Un choque planeado
El convoy, compuesto por diez camionetas, avanzaba con dirección a Uriangato cuando se encontró con las patrullas estatales. Tras el tiroteo inicial, el resto de los vehículos del cártel dio marcha atrás para emboscar a los agentes, desatando un combate que dejó a los sicarios en control de la escena.
En las camionetas abandonadas, las autoridades encontraron armas largas, artefactos explosivos artesanales, ponchallantas y una cinta con cartuchos .223, indicando que el grupo planeaba una masacre. Este ataque era, según informes, la respuesta a un mensaje dejado días antes por el CJNG en una camioneta con cinco cuerpos desmembrados y el texto: “Ya empezó la limpia, pura gente del Señor Mencho.”
Yuriria: Operativo contra el Cártel de Santa Rosa de Lima
El seguimiento de cámaras de seguridad permitió a las autoridades identificar la ruta del convoy y ubicar una casa de seguridad en Yuriria, utilizada por el Comandante Juan y El Bush, jefes de plaza del Cártel de Santa Rosa de Lima.
El 6 de enero, un operativo con 300 elementos de la Sedena y la Secretaría de Seguridad Pública culminó en otro enfrentamiento. Ocho miembros del cártel, incluidos los dos líderes, murieron en el enfrentamiento, mientras que tres policías resultaron heridos.
Guanajuato: Estado más letal para policías
Con 62 policías asesinados en 2024, Guanajuato es el estado más peligroso para las fuerzas de seguridad. La lucha entre cárteles y la constante expansión de células delictivas han hecho de la región un campo de batalla, con municipios como Yuriria y Uriangato en el centro del conflicto.
Desde 2019, Yuriria ha vivido una escalada de violencia debido a su ubicación estratégica para el tráfico de drogas y la expansión territorial del CJNG. En julio de 2024, los cuerpos de seis trabajadores de la construcción, una mujer y un menor de edad fueron encontrados masacrados, un recordatorio de la impunidad con la que operan estos grupos.
¿Un mensaje tras la violencia?
El ataque del 16 de diciembre y el operativo en Yuriria son reflejo de una guerra sin tregua entre cárteles. Aunque las autoridades lograron eliminar a dos líderes del Cártel de Santa Rosa de Lima, la pregunta persiste: ¿cuánto durará la aparente calma antes de que estalle una nueva ola de violencia?
Los cárteles han demostrado ser resilientes y adaptativos. La caída de líderes como El Comandante Juan o El Bush suele fragmentar a las organizaciones, creando células más pequeñas y violentas. Para los habitantes de Guanajuato, la paz sigue siendo un sueño lejano.
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