Sinaloa: atrapado en la guerra entre narcos y el abandono gubernamental
La guerra entre Los Mayos y Los Chapitos, facciones del Cártel de Sinaloa, ha desatado una crisis sin precedentes en el estado. Con 551 asesinatos en tres meses, 18 mil millones de pesos en pérdidas económicas y 25 mil empleos en riesgo, la población enfrenta una espiral de violencia que ha paralizado su vida cotidiana y económica.
Lejos de resolver el conflicto, las autoridades estatales y federales parecen incapaces de frenar los enfrentamientos, ofreciendo excusas en lugar de soluciones.
Culiacán: una ciudad sitiada por el miedo
Culiacán refleja el impacto devastador de esta guerra. La vida nocturna ha desaparecido, los comercios apenas abren unas horas al día y las escuelas están vacías. La población vive bajo un estado constante de miedo e incertidumbre.
Explosión y confusión
El reciente estallido en las afueras de Culiacán, atribuido a un dron explosivo, evidencia la falta de control y coordinación entre las autoridades. Mientras la Secretaría de Seguridad Estatal lo calificó como un accidente, las versiones del gobierno federal y estatal difieren, reflejando la desorganización en el manejo de la crisis.
La guerra entre Los Mayos y Los Chapitos
El conflicto armado entre estas dos facciones del Cártel de Sinaloa comenzó tras la extradición de Ismael “El Mayo” Zambada. Esta lucha por el control del territorio ha sumido al estado en un caos que ni los 3,000 efectivos militares desplegados han logrado contener.
Números alarmantes de violencia
- Agosto: 45 asesinatos violentos.
- Septiembre: 144 muertos.
- Octubre: 188 víctimas.
- Noviembre: 175 homicidios.
Con un promedio de 7 asesinatos diarios, Sinaloa se ha convertido en un escenario de guerra que parece imparable.
Impacto económico y social: una economía en vilo
La violencia no solo afecta la seguridad, sino también la estabilidad económica del estado. Según la Coparmex Sinaloa, las pérdidas económicas ascienden a 18 mil millones de pesos, mientras que más de 25 mil empleos están en riesgo debido al cierre de negocios y la falta de actividad comercial.
El pedido desesperado de los empresarios
Una delegación de empresarios encabezada por Martha Reyes, presidenta de la Coparmex estatal, llegó al Senado para presentar un Plan Emergente de Recuperación Económica. Solicitan:
- Diferir el pago de impuestos para proteger los sueldos de empleados.
- Apoyo directo del gobierno federal para evitar el cierre masivo de negocios.
Una estrategia fallida: las respuestas gubernamentales
A pesar de las declaraciones del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, sobre la necesidad de «trabajo constante», los avances en la pacificación de Sinaloa son nulos. Incluso las visitas de altos mandos como los secretarios de Defensa y Marina han resultado en operativos insuficientes que no logran detener la guerra narca.
El gobernador Rubén Rocha Moya, por su parte, minimiza la gravedad de la situación, acusando a la oposición de «exagerar» los números para fines políticos.
¿Qué esperan los sinaloenses?
La desesperación de la población es palpable. Desde los periodistas locales hasta los empresarios y la sociedad civil, todos exigen respuestas concretas:
- Acción efectiva contra los grupos criminales.
- Restauración de la seguridad pública.
- Apoyo económico para los sectores más afectados.
La violencia en Sinaloa es un problema que requiere una estrategia integral, que combine esfuerzos de seguridad con medidas económicas y sociales.
Sinaloa merece más
La inacción gubernamental no solo perpetúa la violencia, sino que condena a Sinaloa a un ciclo de pobreza, miedo y desesperanza. Los ciudadanos merecen un gobierno que responda con firmeza y sensibilidad ante esta crisis.
Mientras las autoridades estatales y federales se limitan a prometer soluciones a largo plazo, el costo humano y económico sigue creciendo. ¿Cuántas vidas más se perderán antes de que se actúe con decisión?
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