Cada 19 de septiembre, México recuerda el dolor de 1985 y 2017, fechas que marcaron a generaciones. Ese pasado trágico se convirtió en enseñanza: la prevención salva vidas.
Este año, el segundo simulacro nacional sísmico 2025 se realizó bajo el escenario de un terremoto de magnitud 8.1 con epicentro en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y efectos en 18 entidades. El ejercicio no fue un simple trámite burocrático, sino un recordatorio vivo de que la preparación es el único camino frente a la naturaleza.
La respuesta institucional
Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), encabezó la instalación del Comité Nacional de Emergencias tras el simulacro. Con tono firme, aseguró que México cuenta con la capacidad y los recursos para responder a cualquier riesgo.
“El Comité es un espacio donde convergen instituciones, gobiernos estatales, organizaciones sociales y privadas para coordinar rescate, atención médica, víveres y restablecimiento de servicios”, señaló.
Este engranaje institucional demuestra que la seguridad civil no depende de un solo actor, sino de una red de colaboración.
Innovación en la alerta sísmica
Uno de los momentos más destacados fue el alertamiento masivo telefónico, que por primera vez alcanzó a más de 80 millones de celulares en todo el país.
Este avance significa que incluso las comunidades más alejadas pudieron recibir la alerta en tiempo real, ganando segundos valiosos para proteger a las familias. En un país donde cada minuto cuenta, la tecnología se convierte en un aliado vital.
La fuerza de la prevención ciudadana
Más allá de cifras y sistemas, el éxito del simulacro radicó en la participación de la sociedad mexicana. Familias enteras practicaron rutas de evacuación, escuelas realizaron protocolos y trabajadores siguieron instrucciones claras.
Como subrayó García Harfuch, “cada ciudadano debe conocer las acciones para estar preparados ante cualquier emergencia”.
Este compromiso colectivo refleja la cultura de la prevención que México ha cultivado a lo largo de décadas de dolor y resiliencia.
Un futuro más seguro
A 40 años del terremoto de 1985, México no solo recuerda: actúa. El simulacro 2025 dejó claro que la memoria de las víctimas se honra con preparación, unidad y solidaridad.
El país enfrenta cada septiembre un recordatorio de su vulnerabilidad, pero también de su capacidad para convertir el dolor en aprendizaje. Hoy, con sistemas de alerta más robustos y una ciudadanía comprometida, México se reafirma como un pueblo que sabe levantarse y estar listo.
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