“No estamos de acuerdo”, repitió Claudia Sheinbaum con firmeza. En su conferencia matutina, la presidenta de México fue clara al rechazar cualquier intento de intervención militar extranjera en territorio nacional, específicamente la propuesta de realizar ataques con drones por parte de Estados Unidos contra cárteles mexicanos.
Las declaraciones de la mandataria surgen como respuesta a los crecientes rumores sobre una posible estrategia del gobierno estadounidense para combatir el narcotráfico con fuerza militar directa en territorio mexicano. Una medida que, según Sheinbaum, no solo sería ineficaz, sino una amenaza directa a la soberanía nacional.
“Lo hemos dicho de forma pública y reiterada: no estamos de acuerdo en ninguna intervención ni injerencismo”, expresó Sheinbaum.
Durante su intervención, la mandataria recalcó que la lucha contra el narcotráfico no puede limitarse al uso de la fuerza, mucho menos si proviene de actores externos. Para la presidenta, la estrategia debe enfocarse en cinco ejes: atención a las causas, detenciones, investigación, coordinación binacional y cero impunidad.
Estados Unidos propone ataques con drones a cárteles: ¿medida extrema o error estratégico?
A inicios de año, el Departamento de Estado de EE.UU. designó a seis cárteles mexicanos como organizaciones terroristas trasnacionales: Cártel de Sinaloa, CJNG, Cártel del Golfo, Cárteles Unidos, la Nueva Familia Michoacana y el Cártel del Noreste. Esto abrió la puerta legal a sanciones económicas… y eventualmente, a acciones militares no autorizadas.
La propuesta, apoyada por sectores conservadores del Congreso estadounidense, ha generado alarma en el gobierno mexicano y entre especialistas en relaciones bilaterales. El uso de drones armados contra grupos del crimen organizado dentro de México sería una violación a tratados internacionales y a la soberanía nacional.
México propone enfoque social, no militar, ante el narcotráfico
En contraste, Claudia Sheinbaum ha mantenido una línea firme: “El verdadero combate al crimen está en eliminar las causas que lo originan.” Esto implica políticas sociales profundas, inversión en educación, oportunidades laborales y atención a comunidades vulnerables que han sido blanco del reclutamiento criminal.
Además, recalcó que la relación con Estados Unidos se ha mantenido en un marco de diálogo y colaboración. “No creemos que se concrete ninguna acción de este tipo. Hay mucho entendimiento en materia de seguridad y otros temas”, aseguró.
Tensión bilateral: entre la cooperación y la soberanía
El posible uso de drones por parte de Estados Unidos no solo plantea un dilema de seguridad, sino también un desafío diplomático. En un momento en que la cooperación bilateral se ha fortalecido en áreas clave como migración, comercio y seguridad, un movimiento unilateral podría fracturar la relación entre ambos países.
Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno no permitirá ningún tipo de intervención sin el consentimiento del Estado mexicano. “México no es territorio de guerra ajena. Nuestra lucha es por la paz con justicia”, concluyó.
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