La relación entre México y Estados Unidos ha sido una constante de encuentros y desencuentros diplomáticos. En este contexto, uno de los más recientes puntos de fricción ha sido la figura de Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México. Al ser su último día en el cargo, el diplomático hizo declaraciones que encendieron una nueva ronda de controversias, especialmente por su intervención en temas internos de México.
Claudia Sheinbaum defiende la soberanía mexicana
El 7 de enero de 2025, durante su conferencia matutina, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reaccionó firmemente a las declaraciones de Salazar, asegurando que no le correspondía intervenir en cuestiones nacionales. «No tiene que opinar sobre un asunto que le compete a México», manifestó, destacando que la relación bilateral debe basarse en respeto mutuo, sin injerencia en los asuntos internos de cada nación.
Esta postura no es nueva para Sheinbaum, quien ha reiterado en múltiples ocasiones la importancia de defender la soberanía nacional. De hecho, recordó que el embajador estadounidense había tenido diversos posicionamientos sobre temas como la reforma al Poder Judicial, causando un alejamiento con su gobierno, aunque sin romper la relación con Estados Unidos.
El distanciamiento por la reforma judicial
Uno de los principales puntos de conflicto entre Sheinbaum y Salazar fue su postura ante la reforma al Poder Judicial que promovió el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En un inicio, el embajador estadounidense mostró su apoyo a esta reforma, para luego dar marcha atrás, lo que generó desconcierto entre las autoridades mexicanas sobre su posición real.
La presidenta mexicana lamentó que en su último periodo como embajador, Salazar cambiara de opinión de manera tan drástica sobre un tema tan relevante, lo que reflejaba una falta de claridad en su postura. «Un día lo aplaudió, al siguiente lo reprobó», recordó Sheinbaum, aludiendo a la inconsistencia en sus declaraciones.
El caso de ‘El Mayo’ Zambada y las tensiones diplomáticas
Otro factor que profundizó el distanciamiento entre el gobierno de México y Salazar fue la detención de Ismael «El Mayo» Zambada, uno de los principales líderes del cártel de Sinaloa. La captura de Zambada, que ocurrió en Sinaloa, desató tensiones diplomáticas debido a las circunstancias que rodearon su arresto y la posible implicación de Estados Unidos en dicho proceso.
El presidente López Obrador, en su momento, decidió poner en pausa las relaciones con el embajador debido a la falta de claridad sobre el papel de Estados Unidos en la operación. Claudia Sheinbaum respaldó esa decisión, afirmando que México no podía permitir que se cuestionara su soberanía ni que otras naciones interfirieran en sus asuntos internos.
El futuro de las relaciones México-EEUU
Pese a los desacuerdos con Salazar, la presidenta de México dejó claro que las relaciones entre México y Estados Unidos seguirán siendo prioritarias. «Hay más de 3,000 kilómetros de frontera, muchos temas en común», dijo Sheinbaum, pero siempre desde el respeto mutuo y la defensa de la soberanía nacional. «Defenderemos nuestra independencia, pero sin perder de vista la cooperación entre nuestros países», añadió.
En cuanto a la relación con el gobierno de Joe Biden, Sheinbaum reiteró la importancia de seguir trabajando juntos en temas clave como la migración, la seguridad y el comercio, respetando siempre las competencias de cada nación.
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