Una esperanza en tiempos de presión internacional
En un contexto mundial dominado por la incertidumbre, la inflación y la sombra de la recesión, México ha dado una señal positiva. El crecimiento del 0.8% del PIB en el primer trimestre de 2025 fue calificado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo como “una buena noticia”. No es un dato menor. Las predicciones más conservadoras hablaban de estancamiento, e incluso de caída. Pero la realidad superó los pronósticos.
“Claro que queremos más”, dijo Sheinbaum en su conferencia, “pero frente a la circunstancia de aranceles, la situación de incertidumbre por el marco impuesto por el presidente Donald Trump, es una buena noticia”.
El pesimismo: México contradice a las financieras
No fueron pocos los que pronosticaron un trimestre sombrío. Agencias financieras internacionales advirtieron sobre una posible recesión técnica para México. Pero Sheinbaum respondió con hechos: “No conocían los esfuerzos que estamos haciendo”.
A diferencia de modelos anteriores que priorizaban los rescates financieros a las grandes empresas, el gobierno mexicano ha apostado por impulsar la economía desde abajo, mediante una estrategia de prosperidad compartida, programas sociales bien focalizados, y un fortalecimiento del mercado interno que hoy empieza a mostrar resultados tangibles.
Bajo desempleo e inflación estable: indicadores positivos
No solo el crecimiento económico fue destacado. La presidenta resaltó que el nivel de desempleo registrado en marzo fue uno de los más bajos en años recientes, y que la inflación se mantiene estable, en un entorno global donde muchos países enfrentan presiones inflacionarias severas.
“Vamos bien”, afirmó, “aunque por supuesto que ha tenido sus implicaciones esta situación (derivada de Trump), se está trabajando todos los días”.
Alianzas: diversificación de mercados como estrategia
Una de las claves de esta estrategia económica es la diversificación comercial. Sheinbaum aseguró que México avanza en acuerdos bilaterales con diferentes regiones del mundo para no depender exclusivamente del mercado estadounidense.
Uno de los avances más relevantes es el tratado con Europa, que se espera esté finalizado para 2026. Aunque hubo demoras por temas relacionados con energía, la mandataria consideró esto un paso positivo: “Se sacó el tema de energía y eso es muy bueno”.
Brasil: la apuesta por la complementariedad económica
En el mismo sentido, México explora un acuerdo estratégico con Brasil. La presidenta explicó que las conversaciones con el país sudamericano están en una etapa avanzada, y se centran en un principio clave: la complementariedad económica.
“No se trata de sustituir productos que se fabrican en México por los de Brasil”, aclaró. “Se trata de ver qué podemos ofrecer nosotros que ellos no fabriquen y viceversa”. Además, se busca fomentar la inversión bilateral.
En los próximos días, el secretario de comercio brasileño, Lucas Ferraz, se reunirá con el secretario de Hacienda mexicano, Edgar Amador, para explorar los detalles de este nuevo marco de colaboración.
Una visión clara en medio del ruido
Frente a los desafíos globales —aranceles, tensiones geopolíticas, cadenas de suministro frágiles—, México está construyendo una respuesta que busca equilibrio, crecimiento y justicia social.
Sheinbaum dejó claro que no se trata de celebrar triunfos prematuros, sino de valorar los signos de estabilidad en medio del caos internacional. La economía mexicana, dijo, está siendo conducida con visión social y técnica.
“Estamos hablando con muchísimos países”, concluyó. Y en esas conversaciones se construye no solo el presente, sino el futuro de un país que apuesta por el desarrollo con dignidad.
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