México enfrenta una de sus peores crisis ambientales. Una sequía histórica afecta ya a cerca del 90% del territorio nacional, desatando una emergencia silenciosa que amenaza con impactar el bolsillo y la vida diaria de millones de personas.
El mapa de México se tiñe de rojo. Según los últimos informes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el país atraviesa una de las sequías más extensas y severas de su historia reciente. Cerca del 90% del territorio nacional sufre algún grado de sequía, una situación que se pronostica continuará durante 2025 y que ya está generando una «triple amenaza» para la seguridad alimentaria, hídrica y energética de la nación.
La OMM ha sido contundente al vincular esta crisis con el cambio climático, advirtiendo que «con cada nueva fracción de grado de calentamiento, las olas de calor son más dañinas, las precipitaciones más extremas y las sequías más intensas».
El Mapa de la Sed: Las Zonas Más Críticas
Si bien la escasez de agua es un problema nacional, algunas regiones enfrentan una situación desesperada. Al corte de marzo de 2025, el 42.4% del país ya presentaba condiciones de sequía de «moderada a excepcional».
Las entidades en estado más crítico, con sequía extrema (D3) o excepcional (D4), son:
- Chihuahua
- Sinaloa
- Sonora
- Durango
- Coahuila
- Baja California
En estos estados, las pérdidas de cultivos y pastizales son generalizadas, el riesgo de incendios es extremo y la escasez de agua en presas y pozos es total, lo que constituye una situación de emergencia.
Impacto directo en tu bolsillo: Menos cosechas, alimentos más caros
La primera víctima de la sequía es el campo. La falta de agua ha provocado que la producción de alimentos en algunas regiones del país haya caído hasta en un 45% en comparación con el promedio histórico.
Esta caída en la oferta de productos agrícolas básicos como maíz, frijol y hortalizas inevitablemente se traducirá en un aumento de precios para el consumidor final. La seguridad alimentaria de millones de familias está en riesgo, y el fantasma de la inflación alimentaria recorre el país.
De la presa a tu casa: El riesgo de cortes de agua y apagones
La crisis no se detiene en el campo. Los bajos niveles en las presas del país, que abastecen a las grandes ciudades, amenazan con intensificar los programas de tandeo y los cortes en el suministro de agua potable.
Además, una parte importante de la electricidad en México se genera en plantas hidroeléctricas. Con menos agua en los embalses, la capacidad de generación disminuye, lo que podría llevar a cortes de energía o «apagones» programados para gestionar la demanda, especialmente durante las olas de calor.
«Sin voluntad política y sin una ciudadanía informada y activa, el país corre el riesgo de enfrentar una crisis de agua sin retorno». – Advertencia de expertos citada en reportes.
Una crisis anunciada: ¿Falta de lluvia o falta de planeación?
Expertos y organizaciones civiles critican que las autoridades a menudo atribuyen la crisis únicamente a la falta de lluvias, evadiendo la responsabilidad sobre la falta de planeación a largo plazo, la sobreexplotación de los mantos acuíferos y una infraestructura hidráulica deficiente y con fugas.
La situación actual, advierten, no es un evento cíclico, sino una emergencia crónica que exige una coordinación urgente entre gobierno, sector agrícola y sociedad civil para mitigar un impacto que ya es devastador y que amenaza con convertirse en la nueva y trágica normalidad de México.
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